“Quiero terminar mi vida ayudando al continente africano”, afirmó el ex mandatario, quien espera lanzar este año una fundación para implementar programas de desarrollo.

Lula ofreció ayer en Washington un conferencia contratada por la empresa Microsoft y esta semana dará otra para ejecutivos de bancos en México.

El ex gobernante descartó alejarse de la vida política al decir que “se puede ser ex presidente, pero jamás ex militante”, publicó hoy el diario Estado de Sao Paulo.

“Todo lo que yo quiero es un micrófono para continuar hablando”, señaló Lula, quien la semana próxima viajará a Londres, donde disertará para la empresa española Telefónica.

Admitió su disposición a intervenir como mediador en Libia, pero consideró “difícil que pueda hablar ahora, porque nadie me llamó para eso”.

“Si mi presidenta (Dilma Rousseff) o alguien lo considerara necesario, contribuiría”, añadió Lula, reseñó Ansa.

Lula da Silva negó haber definido a Kaddafi como un “compañero” y afirmó tener diferencias “políticas e ideológicas” con el mandatario libio.

(Con información de Contrainjerencia)