Chernóbil 25 años después de la catástrofe nuclear

Chernobil 25 años del desastre. Foto AFPEste 26 de abril el mundo conmemora un cuarto de siglo de una de las catástrofes nucleares más graves en la historia: la explosión en el bloque número 4 de la central de Chernóbyl. Los países que más sufrieron la tragedia fueron Ucrania, Bielorrusia y Rusia.

Para conmemorar el 25 aniversario de la catástrofe, los presidentes de Ucrania y Rusia, Víktor Yanukóvich y Dmitri Medvédev, respectivamente, se han reunido hoy en Chernóbyl. El mandatario bielorruso, Alexánder Lukashenko, está de gira por los territorios de Bielorrusia más afectados por la catástrofe.

Yanukóvich y Medvédev han asistido a la misa solemne dedicada a la fecha en la única catedral en función en la zona de exclusión de Chernóbyl. Han puesto, además, la primera piedra del monumento en honor a las primeras víctimas de la catástrofe de Chernóbyl en el parque central de la ciudad: los 28 bomberos que fallecieron tras someterse a sobredosis de radiación mientras combatían el incendio en la central. Está programado que la construcción del monumento se termine para el invierno de este año y se inaugure el 14 de diciembre, fecha que se celebra en Ucrania como el Día del Socorrista (el 14 de diciembre de 1986 las autoridades declararon que la avería en la central está completamente liquidada).

Víktor Yanukóvich expresó su gratitud a los bomberos y socorristas que fallecieron por participar en las labores de rescate en la planta “a mano limpia (…)”. El mandatario precisó que ellos “salvaron el mundo de un desastre más amplio”. Agradeció a los socorristas que “todavía están con nosotros”: “Me duele mucho que el Estado no puede agradeceros vuestra victoria dignamente. Pero estamos haciendo todo lo posible para aliviar y mejorar vuestras vidas”.

Según comentó Yanukóvich, “Chernóbyl resultó ser un desafío de escala planetaria (…). Antes del 26 de abril de 1986 el mundo tenía la ilusión de la seguridad propia. Después de esta fecha nadie en ningún rincón del mundo puede estar seguro de una mañana segura. Y lo que pasó en la central japonesa de Fukushima-1 lo confirma”. El presidente subrayó que Ucrania pagó ‘la tranquilidad’ del planeta con vidas y la salud de miles de sus ciudadanos.

Pero acentuó que ningún estado es capaz de superar las consecuencias de una catástrofe de tal escala de forma independiente. Para que la zona sea “un sistema ecológicamente seguro, hace falta edificar un nuevo sarcófago para el reactor destruido, construir almacenes para el combustible nuclear elaborado y realizar la desactivación de los territorios contaminados”. Comunicó que la formación en abril del Fondo Internacional de Chernóbyl con unos 550 millones de dólares permitirá terminar en 2015 la construcción del sarcófago.

Dmitri Medvédev subrayó: “Para siempre Chernóbyl será un símbolo de un gran dolor humano. Millones fueron sometidos a la radiación, centenares de miles de personas perdieron su salud y sus casas. Este día deploramos a los fallecidos y compadecemos a los que sobrevivieron la tragedia. Agradecemos a los participantes en las labores de rescate: mostraron valentía y coraje y previnieron que la radiación se difundiera. Los problemas de Chernóbyl son comunes para Ucrania, Bielorrusia, Rusia y todo el mundo”.

El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, en un comunicado dedicado a la fecha comenta que es “nuestra obligación recordar a aquellos que murieron o damnificaron su salud debido a la catástrofe de Chernóbyl. Tenemos que acordarnos de la gente que luchó contra el incendio aquella noche horrible y de la gente que se vio obligada a abandonar sus casas”. Subrayó que lo sucedido en Chernóbyl debe ser una lección para la humanidad en lo referente a prevenir catástrofes en las centrales atómicas. Acentuó que una de las cuestiones claves desde este punto de vista es garantizar el acceso libre a toda la información posible sobre una planta cuando sufre una avería.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un artículo dedicado a esta fecha, acentúa que “los desastres nucleares no tienen fronteras. Son una amenaza directa para la salud de la gente y para el medio ambiente. Desembocan en problemas económicos y afectan a todas las esferas: desde la agricultura hasta el comercio”. Subraya que las catástrofes de Chernóbyl y de Fukushima prueban que “las cuestiones de seguridad de las plantas atómicas no pueden ser consideradas como una cuestión de nivel nacional (…). Hace falta elaborar estándares internacionales para la edificación de las centrales nucleares, garantías para la seguridad de la población y la transparencia completa en cuanto al intercambio de información entre los países”.

Ban Ki-moon acentúa que la memoria sobre el desastre de Chernóbyl y la reciente catástrofe atómica en Japón hacen pensar en el problema nuclear de un modo más general: “Los asuntos de la seguridad en las centrales deben ser considerados con la misma seriedad que la cuestión de las armas nucleares”.

(Con información de RT Actualidad)

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