El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, a la salida del Departamento de Policía de Nueva York. Foto: Reuters

Las imágenes de Dominique Strauss-Kahn sin afeitar y custodiado por policías eran extrañamente familiares para muchos en Francia, donde ver series policiacas estadounidenses es un deporte nacional. Pero que el hecho de que el acusado fuera el político socialista y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) generó una verdadera conmoción en el país.

Asqueados y al mismo tiempo fascinados, muchos franceses contemplaban unas imágenes que jamás habrían existido si Strauss-Kahn hubiera sido detenido en Francia bajo la sospecha de intento de violación.

“En Francia nunca se habría puesto así en la picota a un acusado”, grita un hombre enojado en una viñeta publicada en el diario galo “Libération”. Junto a él, un preso que va pensando: “En Francia una camarera de hotel nunca habría llamado a la policía”.

En realidad, en Francia siempre se consideró a los estadounidenses como excesivamente pudorosos. El escándalo del ex presidente Bill Clinton con una becaria hizo que muchos franceses agitaran la cabeza incomprensiblemente:  Por qué debería importarles a los electores en que posición prefería practicar sexo el presidente?

Por otro lado, Francia es extremadamente reservada en lo que a los derechos de los acusados se refiere. Así, no se pueden grabar imágenes durante los juicios, tan sólo se permite dibujar caricaturas. También está estrictamente prohibido mostrar a los arrestados esposados, una norma que, de contravenirse, podría penarse hasta con 15.000 euros. Y la presunción de inocencia es sacrosanta hasta que se dicte sentencia.

En las redacciones de los diarios franceses durante los últimos días se discutió acaloradamente sobre qué actitud adoptar ante las imágenes y los crudos detalles revelados de las actas policiales y que circulaban por Internet. Un abogado de Strauss-Kahn amenazó incluso con demandar a los canales que mostrasen imágenes de su cliente ojeroso y sin afeitar, incluso aunque no le viera esposado.

También el Consejo Superior Audiovisual Francés” (CSA) llamó a la prudencia.

“Apenas pudimos evitar estas imágenes, que ya estaban siendo mostradas en todo el mundo”, se defendió el redactor jefe de BFMTV, Guillaume Dubois. “Habría sido un error no mostrarla”, apuntó también Thierry Thuillier, del canal TF.

En círculos políticos y periodísticos se conocía desde hace tiempo las tendencias donjuanescas de Strauss-Kahn. ” Dónde está el límite entre la vida privada y la pública?”, se preguntaba hoy “Libération”. “Hemos mirado hacia otro lado durante demasiado tiempo con sus historias”, concluía.

(Con información de DPA)