Caso Strauss-Kahn inicia debate sobre acoso sexual

Dominique Strauss-Kahn. Foto EFEEl escándalo de la caída del ex director del FMI Dominique Strauss-Kahn generó un renacer de las discusiones en Francia sobre acoso sexual, en especial entre las mujeres más jóvenes, afirma una escritora y periodista estadounidense.

Elaine Sciolino, quien durante largo tiempo fue responsable de la oficina del diario The New York Times en París, acaba de escribir un libro sobre la temática de la seducción en Francia y su importancia en los pasillos del poder político y el mundo del trabajo.

Según dijo, podría agregar un nuevo capítulo a su libro, titulado “La séduction”, tras el escándalo sexual protagonizado por el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las revelaciones que le siguieron.

Strauss-Kahn tiene una reputación de mujeriego de larga data, pero ahora es acusado de un intento de violación a una camarera en un hotel de Nueva York el mes pasado.

El ex jerarca se declaró no culpable de todos los cargos que se le imputan, pero el caso, que conmovió a Francia, sigue su curso ante los tribunales estadounidenses.

Sciolino centró su investigación en la actitud relajada que prima en Francia hacia la seducción, parte del juego diario entre hombres y mujeres, y en qué punto puede degenerar en acoso.

“Seducción no equivale a delito. Cuando es bien practicada es agradable”, señala.

“El libro no trata sobre el acoso sexual, pero en él describo cómo distintas mujeres francesas, muy inteligentes, listas, simpáticas, algunas de ellas jefas de empresas, se sitúan ante comportamientos en el lugar de trabajo que yo calificaría como de acoso sexual”, dijo a la AFP.

“Si alguien me hace una broma de tono subido, huele mi perfume y me dice lo extraordinario que es, yo no me sentiría necesariamente cómoda”, indicó.

Y relata cómo la costumbre francesa de besar la mano de una mujer provocó en ella una sensación incómoda cuando estaba trabajando.

“Me vi en dificultades cuando (el entonces presidente francés) Jacques Chirac me besó la mano mientras caminábamos en el palacio del Elíseo e inmediatamente agregó:’yo soy el hombre y usted la mujer’”, comentó.

“¿Por qué cree tener el derecho a besar mi mano? Si yo quisiera darle la mano y ser su igual, ¿por qué no podría?”, se preguntó.

El caso de Strauss-Kahn representó un llamado de atención para los franceses, consideró, y estimó que podría ser el equivalente local de un sonado caso de 1991 en Estados Unidos, cuando las acusaciones de acoso sexual formuladas por Anita Hill hicieron tambalear el nombramiento de Clarence Thomas a la Corte Suprema de Justicia.

“Thomas se convirtió de todas maneras en juez de la Corte, pero el testimonio de Hill logró que se generara un debate sobre el acoso sexual en los lugares de trabajo, que se extremaran los controles en las empresas y que se reforzaran las leyes”, subrayó Sciolino.

Una discusión al respecto se ha abierto en Francia. “No sé si continuará, o si conducirá a cambios reales, pero las francesas deberían aprovechar este momento para plantearse preguntas sobre, por ejemplo, cómo querrían ser tratadas en sus lugares de trabajo, en la calle”, apuntó la autora estadounidense.

(Con información de AFP)

Haga un comentario.

Deje su comentario. Usted también puede subscribirse a estos comentarios vía RSS.