Por: Ana Teresa Badía, Radio Rebelde

Alemania se dotará de un banco de datos sobre los neonazis, nacionales o extranjeros. “Se trata de combatir a la ultraderecha con los mismos instrumentos que los utilizados contra el terrorismo islámico”, dijo el titular alemán de Interior, Hans-Peter Friedrich, tras el Consejo de Ministros que aprobó la creación de ese archivo.

El objetivo es posibilitar el “cruce efectivo de datos” para seguir los movimientos de neonazis catalogados como violentos, al menos unos 9.500. La nación europea tiene el desafío de enfrentar la lucha contra la ultraderecha, con una creciente presencia de los denominados “autónomos nacionalistas”, neonazis violentos no adscritos a un partido legalizado.

Las dos mayores formaciones ultraderechistas del país -el Partido Nacional Democrático (NPD) y la Unión del Pueblo Alemán (DVU)- aglutinan a al menos 10.000 militantes.

Desde los últimos tiempos se observa una incrementada actividad entre los llamados “autónomos”, lo cual unido a la diversificación geográfica de los 200 grupúsculos repartidos en todo el país obliga a mejorar la coordinación de los dispositivos de seguridad.

Entre las características del nuevo banco está el hecho de incluir tanto a neonazis alemanes como a checos, franceses o de cualquier otro país que se encuentren vinculados a la ultraderecha germana.

La alarma desatada

El pasado noviembre pudo conocerse de las acciones de una célula neonazi que entre 2000 y 2007 asesinó a nueve inmigrantes y una agente policial.

La existencia de la banda se reveló de forma tardía y fortuita, tras el suicidio de dos neonazis -Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, de 38 y 34 años- seguido de la explosión de la casa que compartían con una mujer -Beate Zschäpe, de 36 años- en Zwickau (este de Alemania).

El grupo, identificado como Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), alternaba desde los años 90 los atracos de bancos con los asesinatos de pequeños comerciantes (ocho turcos y un griego). Un estremecedor vídeo hallado tras la detención de la mujer recreaba sus acciones, con un montaje con el personaje de la “Pantera Rosa” recorriendo el país y reconstruyendo la pista de sus asesinatos.

La serie de asesinatos dejó al descubierto la falta de coordinación entre los servicios de inteligencia interior y la policía de las distintas regiones alemanas, al tiempo que causó estupor en aquella nación. El hecho fue interpretado como un fracaso de la labor de policías y agentes de inteligencia interior, que observaron al grupo hasta que entró en la clandestinidad, sin vincularlo nunca con los atentados. La célula neonazi, ha sido acusada también de numerosos atentados y robos a bancos, y permaneció en la clandestinidad desde 1998.

Recientemente los líderes de todas las fracciones representadas en la Cámara Baja del Parlamento alemán o Bundestag aprobaron la formación de una comisión de expertos que determinará las negligencias cometidas por las autoridades oficiales durante las investigaciones relacionadas con los sucesos.