La Eurozona decide si de una vez por todas quiere rescatar a Grecia

Protestas en GreciaLa Eurozona buscará este lunes encontrar una  solución para rescatar de una vez por todas a Grecia de la quiebra aunque para  ello deberá convencer a algunos de sus socios, más propensos a expulsar a ese  país de la unión monetaria.

En las últimas horas, varios dirigentes europeos expresaron su confianza de  que los ministros de Finanzas de los 17 países de la zona euro, que se reunirán  en Bruselas, darán su luz verde al desembolso de 130.000 millones de euros a  Grecia, pendientes de octubre de 2011.

El Eurogrupo también prevé dar su guiño al plan para reducir la colosal  deuda de Grecia, que en estos momentos se eleva a 350.000 millones de euros  (160% de su PIB), mediante una quita de 100.000 millones de euros por parte de  los acreedores privados del país (bancos y fondos de inversiones).

Estamos confiados “en que un acuerdo sobre Grecia pueda cerrarse el lunes”,  suscribieron el jefe del gobierno italiano Mario Monti, la canciller alemana,  Angela Merkel, y el primer ministro griego, Lucas Papademos, en un comunicado  tras una conversación telefónica el viernes.

De no recibir la ayuda, Atenas deberá declarar una suspensión de pagos ya  que el 20 de marzo afronta su próximo vencimiento de deuda por 14.500 millones  de euros.

“Estamos cada vez más cerca de reunir los elementos necesarios para tomar  una decisión”, afirmó incluso el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang  Schauble, que en los últimos días se ha mostrado como uno de los más reacios a  seguir ayudando a Grecia.

Sin embargo, matizó: “aún es demasiado pronto para saber cuál”.

En menos de una semana Grecia logró cumplir todos los requisitos que le  exigió Bruselas para obtener la ayuda.

El domingo, el parlamento griego aprobó el plan de reformas, en medio de  masivas protestas que desencadenaron saqueos e incendios. Poco después, la  Eurozona recibía las garantías de los partidos políticos que integran la  coalición gubernamental griega de que quienquiera gane las elecciones de abril,  cumplirá con el plan de austeridad de Bruselas para ahorrar 3.300 millones de  euros. Y al final de la semana, Atenas daba por cumplido el último escollo: identificó los recortes que faltaban por 325 millones de euros.

“Creemos que tendremos el visto bueno del Eurogrupo”, indicó el portavoz  gubernamental, Pantelis Kapsis.

Pero en esa misma semana, varios países mostraron sin tapujos haber perdido  la confianza en Grecia, aduciendo que Atenas no cumplió con ninguna de las  reformas que prometió tras recibir 110.000 millones de euros en 2010.

“¿Quién dice que el segundo paquete de ayuda servirá? ¿Han hecho alguna  reforma desde que les dimos la primera ayuda?”, comentó un diplomático en  Bruselas.

Asi fue que surgieron algunas propuestas como la de entregar de forma  escalonada o aplazar hasta después de las elecciones el rescate de Grecia.  También se planteó una reforma sin precedentes para incrementar los sistemas de  vigilancia con Atenas, mediante el bloqueo de una cuenta en la que se  controlarán los fondos aportados para el pago de de los intereses de la deuda  griega.

Ambas propuestas estarán este lunes sobre la mesa, entre otros temas que  prometen levantar polémica.

Sobre todo, luego de que se revelara que Grecia necesita más que 130.000  millones de euros para levantar cabeza. Una fuente diplomática indicó que la  situación en el país se degradó tanto desde octubre que ahora necesitará otros  5.500 millones de ayuda.

Según un informe de los acreedores públicos de Grecia, la troika compuesta  por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión  Europea, habrá que tomar más medidas para reducir el nivel de endeudamiento  hasta un 120% del PIB en 2020 como se pretendía, ya que la meta de este plan no  se logrará sólo mediante la quita prevista por los privados.

Aquí podría tener un papel clave el BCE, que ya empezó a canjear los 50.000  millones de euros que detenta en bonos griegos por nuevos títulos para  resguardarse de pérdidas, en el marco de la reestructuración de la deuda  griega.

El futuro de Grecia, que entra en su quinto año de recesión, pende de un  hilo. Y el malestar social por las medidas de austeridad, en un país con más  del 20% del desempleo, ha sido enorme con protestas multitudinarias cada vez  más violentas. Pero, según los sondeos, la mayoría de los griegos quiere seguir  en la Eurozona.

(Con información de AFP)

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