EE.UU impide investigación de masacre de civiles en Afganistán

Masacre en AfganistánFuerzas estadounidenses en Afganistán impidieron al abogado John Henry Browne interrogar a los afganos heridos por Bales que se encuentran en uno de los hospitales de Kandahar y otros testigos que viven en dos aldeas que sufrieron el ataque del estadounidense.

El abogado del soldado estadounidense Robert Bales, acusado del asesinato de 17 civiles afganos, condena el hecho de que EE. UU. bloquee su trabajo de investigación del incidente ocurrido en la provincia de Kandahar el 11 de marzo.

El abogado John Henry Browne lamenta que las fuerzas estadounidenses en Afganistán no le permitan el acceso a la información necesaria. En particular, no le dejaron interrogar a los afganos heridos por Bales que se encuentran en uno de los hospitales de Kandahar y otros testigos que viven en dos aldeas que sufrieron el ataque del estadounidense.

De acuerdo con la defensa, en el marco de la investigación algunos de los heridos fueron interrogados, pero les dejaron ir libremente sin dejar ninguna información de contacto. Además, el abogado dice que los investigadores no quieren compartir los datos que han obtenido de algunos de los testigos. Lo único que logró hacer el equipo de Bales es hablar con los soldados estadounidenses compañeros del acusado.

Anteriormente, Browne señaló que sería difícil demostrar la culpa del soldado norteamericano debido a la falta de huellas dactilares y otras pruebas físicas. El abogado también dijo que Robert Bales no recuerda cómo cometió el crimen, pero recuerda qué hizo antes y después de la masacre.

En ese sentido, el estado mental de Bales en el momento del ataque será una de las cuestiones principales en los tribunales, destacó. Así, será sometido a un examen psiquiátrico y si se prueba su culpabilidad, se enfrentará a la pena de muerte. Por razones de seguridad, el examen psiquiátrico se llevará a cabo en la prisión militar de Fort Leavenworth (estado norteamericano de Kansas), donde actualmente permanece Bales.

El acusado empezó a servir en el Ejército de EE. UU. después de los atentados del 11-S en 2001 y cuenta en su historial con tres misiones en Irak entre 2003 y 2010, donde sufrió una conmoción cerebral y lesiones pulmonares.

No quería servir en Afganistán, pero su familia experimentaba dificultades financieras. En particular, tenía grandes deudas con la hipoteca. Con la esperanza de resolver los problemas fue a Afganistán donde esperaba conseguir un ascenso, pero no lo consiguió. Sin embargo, Browne, sostiene que las restricciones financieras no podrían ser la causa del asesinato de los civiles.

Su esposa y sus dos pequeños niños fueron trasladados a una base militar en el estado de Washington, al noroeste de EE. UU. Las autoridades federales les han proporcionado protección ya que el movimiento Talibán ha anunciado su intención de vengar a Bales por el asesinato de los civiles afganos.

(Con información de Russia Today)

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