Más de medio siglo construyendo socialismo en Cuba

El miliciano Eduardo García Delgado victima del criminal bombardeo escribió con su sagre el nombre de FidelEl nombre de Fidel puesto con sangre por el joven artillero antiaéreo Eduardo García Delgado. El 16 de abril de 1961 la sociedad cubana, estaba tensa ante el criminal bombardeo a los aeropuertos de la Isla, realizados la víspera por órdenes de Washington para destruir la defensa aérea, con un saldo de siete muertos y varias decenas de heridos.

La criminal agresión estrechó aún más la unidad popular en torno a la Revolución y a su Comandante en Jefe Fidel Castro, evidente en la rápida y espontánea movilización del pueblo para rendir tributo a los caídos y adoptar medidas defensivas, ante el claro mensaje de que esas acciones eran el preludio de una agresión en mayor escala.

Estaba claro que la independencia, la soberanía y el derecho a labrar su propio destino, eran inseparables. Solo la liberación social sería capaz, en las condiciones concretas de Cuba, de garantizar la emancipación nacional, y eso únicamente podía ser la obra de una Revolución “de los humildes, con los humildes y para los humildes “, como pudo precisar el Comandante en Jefe.

Hoy el pueblo guaimareño como toda Cuba recuerda aquel acontecimiento donde el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, declaró el carácter socialista en la nación caribeña.

Particularmente conmovedora y simbólica resultó la acción del joven artillero antiaéreo Eduardo García Delgado, defensor del aeródromo capitalino de Ciudad Libertad, quien agonizante sacó fuerzas y lucidez para escribir con su sangre, el nombre de FIDEL.

Esta fue una experiencia que rememora y nunca olvidará Ismael Eduardo Espinosa Delgado, el hombre de esta demarcación camagüeyana que cargó en sus brazos al valiente muchacho herido.

El ejemplo de este joven, se repitió posteriormente en las acciones defensivas del pueblo uniformado en Playa Girón, donde cientos de combatientes, casi adolescentes enfrentaron en desigual combate a las fuerzas mercenarias e impidieron la toma de la cabeza de playa, aún cuando carecían del entrenamiento militar y la experiencia suficientes.

Para José Hernández Pérez, Carlos Reyes Trejo, Alejandro Rodríguez Cáceres y Reinaldo Sayas Núñez, combatientes también de la parte más oriental de la provincia de Camagüey, esta además de haber sido la primera gran derrota del imperialismo en América, fue la acción con la que se demostró que con los cubanos no se juega.

Actualmente las diferentes administraciones norteamericanas continúan en el empeño de cambiar el camino emprendido por el pueblo en aquel entonces, algo que nunca lograrán porque como ayer, hoy, la victoria es la única alternativa.

Tomado de Radio Guáimaro

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