Los resultados parciales, según el último boletín oficial, revelan que el socialista François Hollande ganó este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia y disputará la jefatura del Estado con el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, en el balotaje del próximo 6 de mayo.

El boca de urna indica que Hollande alcanzó un 27,72 por ciento de los votos y Sarkozy el 26,63 por ciento.

En tercera posición se sitúa, según el sondeo, la candidata del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, con 19,58 por ciento de los votos, por delante del candidato de la izquierda Jean-Luc Mélenchon, quien logró 10,76 por ciento.

El candidato del Movimiento Demócrata Francois Bayrou sólo obtuvo un 9,22 por ciento.

La enviada especial de teleSUR a Francia, Hilda Salas reportó que a las 20H23 locales (19H23 GMT) se han escrutado 30,05 millones de votos tras el cierre de los colegios electorales.

François Hollande es un abogado de 57 año de edad, dirigente del Partido Socialista y alcalde de Tulle (Correze). En las primarias del 16 de octubre de 2011 fue designado candidato para las elecciones presidenciales de su país con 56,57 por ciento de los votos.

Bajo el lema de “El cambio es ahora” su programa político propone una regeneración del Estado incidiendo en las políticas sociales que piensa financiar subiendo los impuestos a los ricos, devolver la Policía de proximidad a los barrios conflictivos, fijar la edad de jubilación a los 60 años, conceder el derecho al voto en los comicios locales a los emigrantes, legalizar el matrimonio homosexual y rechazar la adopción de la regla de oro que popone el presidente saliente.

Hollande anunció que de llegar al Elíseo renegociará el tratado europeo de austeridad, para que incluya eurobonos y ayudas al crecimiento.

Entre tanto, Nicolas Sarkozy, abogado y político de 57 años de edad, resultó electo presidente de Francia en mayo de 2007 con 53,06 por ciento de los sufragios.

Para su reeleción, Sarkozy ha apostado por una campaña que detenga la crisis económica haciendo particular énfasis en los ahorros y el control de los gastos. Buscará congelar la contribución de Francia en el presupuesto de la Unión Europea para lograr una economía anual de 600 millones de euros.

(Con información de TeleSUR)