Destacan efectividad de estrategia cubana antidrogas

La estrategia antidrogas de Cuba mostró su efectividad en 2012, cuando disminuyó drásticamente en el territorio nacional la presencia de aeronaves y embarcaciones sospechosas, y se capturó casi la totalidad de la droga recalada en las costas, informó hoy el diario Granma.

Según el rotativo, el pasado año hubo una presencia mínima de esas sustancias en el ámbito interno, mientras el avistamiento de vuelos de aeronaves y embarcaciones se redujo de 54 en 2011 a 24.

Asimismo, las autoridades capturaron casi la totalidad de la droga recalada en las costas cubanas, unos dos mil 961 kilogramos (kg), cifra muy inferior a los ocho mil 508 kg incautados por esa vía el año precedente.

Dentro del territorio nacional se aseguraron en 2012, además, unos tres mil 45 kg de drogas (2 997 kg de marihuana, 43 kg de cocaína, dos kilogramos de aceite de hachís y pequeñas cantidades de otras sustancias ilícitas).

Estos son los resultados de las operaciones Coraza Popular y Aché III, implementadas hace una década para enfrentar la problemática, en un contexto marcado por el incremento de las amenazas internacionales y la complejidad del fenómeno del narcotráfico en la región, subraya el rotativo.

Coraza Popular vincula las acciones permanentes de las fuerzas del Ministerio del Interior y otras instituciones con el apoyo del pueblo en todo el país contra elementos delincuenciales vinculados al tráfico y expendio de drogas, destaca.

Por su parte, Aché III dirige sus esfuerzos principales al hostigamiento de los medios navales rápidos y aéreos sospechosos que transitaban dentro de aguas territoriales y el espacio aéreo cubano; el enfrentamiento a los buscadores de recalos; la revisión sistemática de los cayos y bordes costeros de la isla y la búsqueda y destrucción de sembradíos de marihuana.

Señala Granma que durante el pasado año también fueron sancionadas 628 personas por delitos asociados a las drogas.

Ubicada en la ruta entre países grandes productores o tránsito de drogas y el mayor consumidor de esas sustancias en el planeta, Estados Unidos, la isla caribeña muestra resultados difíciles de alcanzar en un contexto global signado por la alta demanda, los modus operandi cambiantes, el auge de las mafias y la variedad de productos ilegales disponibles.

Pese a esos problemas, Cuba es reconocida por no constituir una fuente o un trampolín de estupefacientes, así como por la inexistencia de un mercado interno consolidado y de organizaciones criminales dedicadas al ilícito negocio.

(Prensa Latina)

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