El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que contra el gobierno sirio de Bashar al Assad combaten insurgentes bien armados y entrenados en el extranjero por organizaciones terroristas.

Durante una rueda de prensa al final de las conversaciones oficiales con la canciller alemana, Angela Merkel, planteó que no es el pueblo de ese país árabe el que lucha contra el gobierno presidido por al Assad, sino los armados irregulares.

Criticó el suministro de armamentos a la oposición siria, abiertamente reconocido por Estados Unidos y aliados europeos y dirigido a formaciones ilegales, que incluso desconocemos su composición, advirtió.

Alertó que inquieta la posibilidad de que ese armamento, en manos hoy de los opositores radicales, pueda caer en Europa o en Rusia.

Preguntado sobre el particular, Putin se preguntó cómo puede ser posible que se le suministre armas a agrupaciones como el opositor Frente al-Nusra, considerado por Estados Unidos terrorista, y vinculado a la red internacional Al Qaeda.

Reiteró el mandatario que del lado de los opositores sirios combaten como mínimo 600 individuos de Rusia y de diversos países de Europa, información verificada por los cuerpos de seguridad de Moscú.

Hace mucho tiempo que la oposición siria recibe armas desde el exterior, y dinero, en cantidades significativas, y se trata de brigadas bien armadas y entrenadas, enfatizó en el plenario del XVII Foro Económico de San Petersburgo.

Consideró en ese sentido que sin el suministro externo, lo que sucede ahora en Siria sería sencillamente improbable, en alusión a la situación actual, de violencia, desestabilización y derramamiento de sangre.

Denunció el presidente ruso que abastecer de armamentos a los irregulares sirios viola el derecho internacional y amenaza con desestabilizar aún más esa nación árabe.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, por su parte, calificó de ilegítimo el suministro de armas por Washington y gobiernos occidentales, en declaraciones a medios de prensa estadounidenses.