Fiscales sí descubren, ¿los demás no?

La detección de más de 300 violaciones de la legalidad en esta provincia, como resultado de verificaciones fiscales, realizadas desde enero hasta septiembre, confirma las grietas del sistema de control de los organismos y de sus dependencias, donde están los recursos materiales y financieros.

La Fiscalía solicitó la aplicación de medidas disciplinarias a 98 cuadros y 117 trabajadores, la mayoría ya aplicadas.

Estas sanciones, previstas en la legislación laboral, incluyeron amonestaciones y separación definitiva del puesto de trabajo o del cargo administrativo. Se reconoció que debido a la exigencia que se ejerce sobre las direcciones administrativas, las sanciones por lo general se aplican acordes con la falta cometida.

Las verificaciones fueron efectuadas en unidades de Servicios comunales, Acueducto y alcantarillado, en la empresa textil Luis Augusto Turcios Lima, así como en Geominera del Centro, Artes Gráficas y la Empresa Azucarera Quintín Bandera, reveló Lisnay Mederos Torres, fiscal jefa en la provincia de Villa Clara.

En estas tres últimas, generadoras de desechos reutilizables, se comprobaron incumplimientos en las ventas a la empresa de Materias Primas de cobre, acero, hierro fundido, papel, cartón y plástico. En definitiva, una deficiente planificación de los planes de entrega.

Durante verificaciones en distintos municipios a unidades de Comunales y de Acueducto y alcantarillado se descubrió el descontrol existente en la utilización del combustible, precisó Mederos Torres.

Brillan por su ausencia la utilización de hojas de ruta y tampoco registran documentalmente los kilómetros recorridos; además arriendan vehículos de otras entidades para sus servicios sin hacerles la prueba del índice de consumo e incluso utilizan otros sin que medie contrato.

En la Empresa Luis Augusto Turcios Lima se detectaron pagos por encima de lo autorizado, un incumplimiento de normas que regulan los procedimientos para las inversiones.

En hogares de ancianos se encontraron deficiencias con la higiene, inadecuada atención y faltantes de sillones de ruedas, colchones y andadores.

Los resultados muestran que muchas de las transgresiones afloran a simple vista.

Entonces cabe preguntarse por qué los fiscales sí descubren lo que muchísimas veces no detecta el sistema de inspección, supervisión y control de los organismos rectores de esas mismas entidades.

(Juventud Rebelde)


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