Reino Unido vs Unión Europea (UE), efectos de un divorcio

Por mucha unión que se haya querido conseguir, a lo largo de los años, lo cierto es que Reino Unido siempre quiso tener una posición peculiar respecto al Viejo Continente, hoy agrupado en la Unión Europea (UE).

Pero, esta vez, fueron más allá y obviaron el hecho de que esta decisión puede afectarlos de múltiples maneras.

Recordemos que no es la primera vez que esta nación expone su interés por diferenciarse de sus vecinos. De hecho, Reino Unido nunca formó parte, plenamente, de la política económica común a través de la adopción de su propia moneda (£).

Por otra parte, si observamos el mapa del reparto de los votos a favor de la permanencia en Europa y del abandono de la UE, se puede apreciar cómo los distritos de Escocia y gran parte de los de Irlanda del Norte votaron a favor de quedarse. Y lo mismo ocurrió en algunas de las jurisdicciones londinenses y de Gales.

De hecho, en Londres, el 60 % de la población votó  a favor de permanecer  en el bloque, sin que pensaran lo mismo los restantes habitantes de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Ahora, si atendemos a las cifras que ilustran el comercio internacional de Reino Unido, y a datos del 2014, el 53 % de las exportaciones de esta nación fue a parar a la UE, mientras que el 47 % terminó fuera de sus fronteras.

Además, de ese porcentaje de exportaciones «exteriores», Estados Unidos se llevó el 11 %, seguido por China, con algo más de un 5 %, es decir, que dicha ruptura (Brexit) vendrá, previsiblemente, asociada a la firma de un nuevo tratado comercial en condiciones de desventaja para Reino Unido.

No obstante, la salida del Reino Unido de la UE podría impulsar un aumento de la inversión directa extranjera en otros países, como la República de Irlanda, lo que representaría una gran oportunidad de crecimiento para este país.

Sin embargo, esto no parece suficiente para la mayoría, sobre todo para la juventud británica, la que de acuerdo con una reciente encuesta del portal «Yougov», prefiere quedarse dentro de la UE (tres de cada cuatro jóvenes entre 18 y 24 años dicen NO al Brexit).

De igual manera, y según la propia indagación, el 56 % de los personas entre 25 y 49 años se decantaron, también, por la opción europeísta.

Mientras que las generaciones más adultas, específicamente el 56 % de los mayores de 50 y menores de 65 desean marcharse, al igual que quienes poseen más de 65 años.

Y es que para ellos este divorcio pudiera ser la ocasión de avanzar hacia una Unión Europea más firme y comprometida con sus integrantes.

Viéndolo así, habría que valorar qué pesa más: si el bienestar de unos cuantos o la unidad entre las distintas partes.

(Tomado de Granma)

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