Indulto a Alberto Fujimori desata nueva crisis en Perú

El indulto otorgado este domingo al expresidente peruano Alberto Fujimori, quien debía cumplir otros 15 años de condena por crímenes de lesa humanidad, atiza la convulsión política y social a pocos días de que el actual mandatario, Pedro Pablo Kuczynski, escapara por estrecho margen de la destitución en una votación del Congreso.

De acuerdo con DPA, Fujimori recibió un perdón presidencial de carácter humanitario tras permanecer encarcelado por cerca de una década.

El exmandatario (1990-2000) de 79 años enfrenta supuestos problemas en su presión arterial, lesiones de potencial cancerígeno en la boca y síntomas cardíacos y gástricos no terminales, pero supuestamente degenerativos.

El informe médico entregado a Kuczynski con la recomendación del perdón, refiere que el exgobernante «padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable y que las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad».

Sin embargo, el prestigioso oncólogo peruano Elmer Huerta cuestionó la validez de las evaluaciones y señaló que las razones son más políticas que médicas.

El expresidente de la Sociedad Estadounidense del Cáncer apuntó que todos sus antecedentes oncológicos, males circulatorios, cardíacos, estomacales y otros son comunes en personas de la tercera edad y ninguno es terminal ni conlleva riesgo fatal si es tratado oportuna y adecuadamente.

«Todos saben que Fujimori tenía en prisión un nivel de atención médica como muy pocos», añadió.

La polémica decisión de Kuczynski ocurre en un contexto marcado por la debilidad de su gobierno, que a duras penas logró evitar su destitución ante el poder legislativo, dominado por el partido de oposición Fuerza Popular que lidera la hija de Fujimori, Keiko.

De hecho, el fracaso de la moción para destituir al actual mandatario puso en evidencia las divisiones entre los herederos del fujimorismo, Keiko y su hermano Kenji.

Este último violó las orientaciones de Fuerza Popular y se abstuvo de censurar a Kuczynski junto a otros nueve legisladores, lo que garantizó la permanencia del gobernante.

Observadores locales e internacionales opinan que la votación de Kenji pudo haber favorecido el indulto a su padre y debilitado la posición de su hermana.

De haber prosperado la destitución, Keiko habría ampliado su base de poder y se habría puesto a las puertas de la silla presidencial, por la cual ha optado en dos ocasiones sin éxito.

El indulto a Fujimori divide no solo a los hijos sino al resto de los peruanos. Una parte de la población sigue manteniendo una opinión favorable del exgobernante, mientras la otra no olvida su participación en secuestros y matanzas como la de Barrios Altos y La Cantuta, así como sonados escándalos de corrupción.

Por el momento, ya varios grupos de derechos civiles y representantes de las víctimas aseguran que están dispuestos a apelar la decisión. Aunque la constitución peruana recoge el derecho del Presidente a indultar por razones humanitarias, existen serios señalamientos de errores en los procedimientos y Perú es signatario de convenios internacionales que prohíben la absolución en casos de crímenes de lesa humanidad.

(Tomado de Periódico Granma)

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