Las ruinas de Puerto Rico

Por: Jeiddy Martínez Armas

delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba

Edwin González Vázquez comenta el estado actual del Puerto Rico tras el paso del huracán María cuatro meses atrás

Tras el paso del huracán María por Puerto Rico, esta isla quedó literalmente hecha pedazos, aunque no solo ha sido este fenómeno natural el culpable de la gran crisis que enfrentan los boricuas.

Para conocer qué pasa cuatro meses después del impacto de María, el azote económico sobre esa geografía insular del Caribe, Granma entrevistó a Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en La Habana, perteneciente al Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, una organización política, fundada en la capital cubana por el líder boricua Juan Mari Brás en 1966.

—¿A cuánto ascienden los daños causados por María en Puerto Rico?

—Se habla de más de 90 000 millones de dólares en gastos tras el paso de este ciclón por Puerto Rico. Antes de pasar María ya existía una deuda en la isla, de más de 70 000 millones de dólares, vigente todavía. Se afectaron además 250 000 casas.

—¿Cómo ha avanzado la recuperación en cuanto a los aspectos esenciales de subsistencia para la población?

—La recuperación ha sido realmente un desastre. El problema fundamental tras el paso de María fue el colapso total del sistema eléctrico tanto físico como operacional. Debido a la ineficacia del Gobierno colonial y a que las operaciones del fluido eléctrico están en manos privadas, solo el 60% de los puertorriqueños tiene energía eléctrica en la actualidad y esto implica que en un mismo pueblo no todos tengan este servicio.

«El 72% de la población tiene ya agua potable, aunque no en condiciones normales, sino bajo la condición de bombeo. Esto quiere decir que hay que volver a restructurar esa red de abasto, que tras el paso del ciclón tuvo 700 millones de dólares en pérdidas.

Con respecto a las comunicaciones, solo un 60% están activas.

La ineficacia no es solo del Gobierno, sino es debido a las privatizaciones existentes. Toda esa modernidad que se vendía de Puerto Rico se cayó de un día para otro, sin electricidad, internet, luz, agua, radio, información a la población, ni gasolina.

Con respecto al sector educacional, las clases acaban de comenzar el 8 de enero y la mitad de las escuelas no tienen luz todavía, debido a la ineficiencia del Gobierno colonial. Solo un 60% del sistema escolar está operando en este momento.

Existen actualmente en las aulas de 6 000 a 8 000 estudiantes menos, en comparación con el curso anterior, porque todas las familias se fueron a Estados Unidos a casa de sus familiares. Ellos primero migraron de manera temporal hacia allí y han pasado casi cuatro meses, no han podido virar a Puerto Rico, debido al desastre tras el paso del huracán.

—Después del paso de María, ¿cuáles usted cree que sean las consecuencias más evidentes para Puerto Rico de ser un Estado Libre Asociado estadounidense?

—El desinterés y lentitud por parte del Gobierno de Estados Unidos para llevar a la normalidad la isla. Un ejemplo nítido fue lo que dijo Donald Trump en su visita a nuestra Isla: «Puerto Rico ha descuadrado el presupuesto nacional de Estados Unidos».

«La mayoría del sector independentista en esta nación ha visto esa actitud de Estados Unidos en términos de menosprecio, dejadez, lo cual ha afectado demasiado la vida de la población.

«El Gobierno estadounidense había enviado a Puerto Rico, tras el paso del huracán María, 10 000 soldados y un cuerpo de ingenieros, quienes no hicieron prácticamente nada para palear la crisis».

«En el puerto había 1 200 contenedores con alimentos, sin capacidad de distribución hacia los supermercados. Es decir, el Gobierno fue inoperante e insolvente en ese sentido; al tener los contenedores en el puerto y no repartir su contenido a los damnificados, estando presentes los camioneros, que esperaban órdenes de qué hacer con esa mercancía y no se la daban. Luego distribuían una cajita de agua y salían varias fotos en facebook, pero no era la realidad.

«Otro aspecto importante en este sentido es que todo lo que suceda en el futuro de Puerto Rico tiene que pasar por el Congreso de Estados Unidos. Ellos son quienes nombran la Junta de Supervisión Fiscal, que está vigente ahora en la nación, donde se ha combinado el desastre natural, con la ruina colonial».

—¿Cómo se ha comportado la migración de los puertorriqueños hacia Estados Unidos a raíz del paso del huracán María?

—En tres meses han ido hacia Estados Unidos 200 000 boricuas, pero son muy pocos los que se han establecido oficialmente. Muchos de ellos no han conseguido trabajo, están en refugios o se encuentran en casa de sus familiares.

—¿De qué manera se han comportado las negociaciones con la Junta de Control Fiscal que pretende garantizar el cumplimiento con los acreedores de Wall Street?

—El Gobierno colonial no ha tenido capacidad, primeramente, por ser colonia de Estados Unidos, de renegociar la deuda de 74 000 millones de dólares, debido a la dependencia económica con esta nación, pero la misma se va a cobrar, independientemente del paso del huracán.

«La posición oficial del Gobierno estadounidense sobre esta deuda, con ciclón o sin ciclón, es que fue generada por la colonia y que hay que pagarla. Se sumará al déficit reportado de 90 000 millones de dólares causados por el huracán María en septiembre del año pasado. El Gobierno estadounidense va a empezar a cobrar todo este dinero en cuanto el país se recupere.

«Previo al ciclón María ya se había aprobado la Junta de Supervisión Fiscal, que es quien manda realmente en Puerto Rico, más que el mismo gobernador Ricardo Roselló. Existe además un planteamiento de que todo el dinero que ha llegado de Washington va a ser manejado por esta entidad y no por el Gobierno boricua directamente.

«Luego de las muchas gestiones de la administración puertorriqueña, para hacer lobby en el Congreso estadounidense sobre el pago de la deuda, el único crédito que se ha aprobado por esta entidad es de 4 700 millones de dólares. Este dinero estuvo destinado a que el Gobierno pudiera operar durante estos meses, hasta inicios de año, pero no ha llegado aún a la isla, o sea, no se ha implementado la línea de crédito en ese sentido».

—¿Cuáles son algunas de las problemáticas acerca del funcionamiento del Gobierno puertorriqueño que salieron a la palestra pública tras el paso por Puerto Rico del huracán María?

—La corrupción de funcionarios del actual Gobierno puertorriqueño que «han metido las manos» a través de contratos fraudulentos, vicio económico y favoritismo sobre compañías. El Gobierno estadounidense ve eso y dice: ¿Cómo le vamos a dar dinero para ese mal manejo? Por lo anterior existe mucha cautela en la formalidad del Congreso para la asignación de fondos a Puerto Rico.

«El huracán María sacó a la luz lo que es la realidad boricua, que se había vendido como una vitrina del Caribe, un país que estaba ‘‘chévere’’, por ser parte de Estados Unidos.

«Esta devastación sacó a la luz el Puerto Rico real: la cantidad de casas en mal estado, los derrumbes, la pésima planificación de toda la infraestructura como carreteras, puentes, haciendo urbanizaciones donde no deberían de hacerse, debido a una mala planificación».

—¿Cuál es la cifra oficial de muertos tras el paso del huracán María por Puerto Rico?

—El Gobierno expresó oficialmente 64 muertos, pero según mi opinión, se están tratando de tapar la cantidad de fallecidos, porque mientras más muertos, más desastre. Quienes perdieron la vida, por ejemplo, estando en un hospital, porque no había electricidad, también fallecieron a consecuencia del desastre natural provocado por María. Los fallecidos no los están contando o no quieren hacerlo, por lo que se puede observar que existe un mal manejo de las cifras. Hay varios medios de Estados Unidos y del mismo Puerto Rico que han contabilizado más de mil fallecidos, pero es lamentable que el Gobierno colonial haya asumido esa posición de no enfrentar la realidad en ese sentido.

Tomado de Granma

G.R.R.

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