Enrique Loynaz del Castillo

Foto: Archivo de Bohemia

Cuentan que en 1895, al paso por el Camagüey de la columna invasora de Antonio Maceo, que se dirige hacia Lázaro López (hoy perteneciente a la provincia de Ciego de Ávila) a encontrarse con Máximo Gómez, descubre en la pared de una casa señorial unos versos infamantes contra los cubanos. Un joven oficial mambí, ni corto ni perezoso, raya al lado del poema colonialista unas encendidas estrofas insurrectas, las cuales terminan convirtiéndose en la letra del Himno Invasor mambí.

Aquel joven oficial, Enrique Loynaz del Castillo, nace en Puerto Plata, República Dominicana, el 5 de junio de 1871.Sus padres, cubanos, integran la delegación independentista de esa ciudad.

Enrique es uno de los que salvan la vida a Maceo en el atentado que le perpetran los colonialistas españoles en Costa Rica (1894).

Se incorpora a la manigua en julio de 1895 como parte de la expedición Sánchez-Roloff. Por méritos de guerra ya es comandante en octubre de 1895, teniente coronel en 1906, coronel en 1897 y general de brigada en 1898.

Se opone a Estrada Palma en 1906 y al fraude electoral de García Menocal en 1917.

Combate a la tiranía machadista. Sobresale por la solidaridad con el pueblo dominicano en su oposición al tirano Trujillo.

Su libro Memorias de la guerra, sobre sus vivencias como mambí, es un clásico de nuestra historiografía. Muere en La Habana el 10 de febrero de 1963.

(Tomado de Bohemia)

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