Foto: Luis Jiménez Echevarría/ACN.

El enfrentamiento de Cuba al tráfico ilícito y consumo de drogas, patentado en su Política de Tolerancia Cero, fue analizado hoy, en La Habana, en una reunión conjunta de las Comisiones de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de Defensa Nacional y Orden Interior y de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

En el encuentro que antecede al Segundo Período Ordinario de Sesiones del máximo órgano legislativo de la nación caribeña en su X Legislatura, se analizó la incidencia y tendencias actuales de ese fenómeno.

Sobre el tema, el coronel Juan Carlos Poy Guerra, jefe de Dirección Nacional Antidrogas del Departamento Técnico de Investigaciones del Ministerio del Interior, ofreció una panorámica detallada del asunto en el país, marcado por una situación compleja en el área de América Latina y el Caribe debido al incremento sostenido del tráfico de esas sustancias y la diversificación de otras actividades ilícitas asociadas al narcotráfico.

Poy Guerra explicó que la principal amenaza se corresponde a la presencia de la delincuencia cubana radicada en el exterior en intentos de fomentar un mercado interno con la introducción de diferentes sustancias por vías marítimas y aéreas.

Precisó que las perspectivas se han complejizado debido al cierre de las fronteras durante el periodo de pandemia, que incrementó la actividad operatoria y empleo de rutas marítimas de trafico cercanas al territorio nacional y multiplicó las acciones de recalo.

Señaló que adicionan el empleo de lanchas rápidas en dobles operaciones de tráfico de personas y drogas, lo cual supone una amenaza a la seguridad y tranquilidad ciudadana.

Detalló que identificaron intentos de introducir drogas al país desde 14 países, con Estados Unidos y Surinam como principales emisores, lo cual unido a las operaciones marítimas y aéreas y el enfrentamiento al tráfico interprovincial, frustrados en puntos de control y carretera, lo cual ha permitido la incautación de más de dos toneladas (t) de droga, con 41 sustancias identificadas, y más de 19 mil 600 plantas de marihuana y 30 mil 500 semillas.

Con respecto a los datos ofrecidos, aclaró que se han reportados hechos relacionados a ese problema en todos los niveles de enseñanza, con mayor incidencia en secundaria básica, en centros penitenciarios y en casi todas las provincias del país, con mayor complejidad en la capital.

Se insiste además en la asistencia penal internacional para la captura y extradición de cubanos organizadores de operaciones de tráfico en Cuba, 12 de ellos circulados en la lista roja de la Interpol, agregó.

Identificó como prioridades para continuar con el enfrentamiento y prevención impulsar el desarrollo del observatorio de drogas para conocer las tendencias y desarrollo del fenómeno en el país y establecer alianzas con instituciones científicas para contribuir a perfeccionar e incrementar los métodos detección de nuevas sustancias en frontera.

Autoridades de los ministerios de Educación y Educación Superior presentaron sus informes al respecto a través de los cuales se conoció la apuesta de estas instituciones por generar una cultura de rechazo a las drogas con acciones desde el punto de vista metodológico y pedagógico.

La educación general informó que se ha logrado establecer la edad promedio del primer consumo en 15,2 años, concentrados la mayoría de los sucesos en secundaria básica y en los primeros dos años de la educación técnico-profesional, con un mayor predominio de los hechos de consumo por encima de la tenencia o venta.

Agregaron que, de los 168 estudiantes implicados, más del 87 por ciento de estos incumplen con sus deberes escolares, afectan su rendimiento académico y provienen de familias permisivas o desestructuradas.

Esto, unido a la presión grupal, la baja percepción de riesgo y el miedo al rechazo o represalias por parte de los consumidores al denunciar estos actos agravan aún más el peligro que supone.

(Tomado de ACN)