Los jóvenes y la ciencia cubana
Aniuska estaba nerviosa, preocupada porque las palabras no salieran de su boca con la debida entonación o pasara cualquier imprevisto. Quería estar concentrada. La expresión de su rostro transitaba constantemente de la emoción a la inquietud. Por fin llegó el momento esperado, y la muchacha holguinera subió al estrado con solemnidad.