El Fidel de la gente
Sé de mucha gente a la que le gustaría contar con un espacio público para gritarle al mundo lo que piensa sobre Fidel y de otros a los que se les quedaron atoradas las palabras en la garganta cuando lo tuvieron cerca, “porque su presencia paralizaba la sangre”, y confían en que ahora sí puede escucharlos, porque hace exactamente dos años se volvió omnipresente.