Las grandes potencias occidentales podrían convertir en genocidio su pretendida intervención “humanitaria” en Libia, se afirmó hoy en el espacio informativo Mesa Redonda, transmitido por la televisión y la radio.

El escenario de la guerra está planteado, pues la aprobación de la zona de exclusión aérea sobre ese país árabe por el Consejo de Seguridad de la ONU es la base legal para una agresión de trasfondo económico, que suscitaría el alza de los precios del petróleo.

Sobre ello alertó la Mesa Redonda Libia: la nueva guerra de las potencias imperiales, cuyo panel insistió en las pretensiones imperialistas de aprovechar la situación de esa nación para promover la intervención militar.

Estados Unidos planteó la necesidad de tomar acciones contra las tropas del gobierno libio aún más duras que la imposición de una zona de exclusión aérea. La propuesta supone la aceptación de una intervención militar por Washington después de que en los últimos días varios altos cargos estadounidenses expresaran dudas sobre la conveniencia de la medida.

El cantautor cubano Silvio Rodríguez criticó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU por aprobar “prácticamente una intervención barbarie hacia Libia”. Rodríguez, que el sábado próximo ofrecerá un concierto en la ciudad dominicana de Santiago (norte), dijo durante un encuentro con periodistas, “que está muy fuerte que se usen las instituciones en los que los seres humanos creen para cometer actos de barbarie y vejaciones a la dignidad de los países y los pueblos”.

Unas 100 personas protestaron hoy en Túnez contra la visita de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que llegó al país para reunirse con el gobierno interino dos meses tras la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali. “No queremos injerencia del extranjero”, rezaban las pancartas de los manifestantes.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) instó este miércoles a sus integrantes a ofrecer embarcaciones adicionales para “reforzar” las unidades navales de la Alianza en el Mediterráneo central, con el fin de controlar el embargo de armas a Libia.

Mientras fuerzas en pro y en contra del gobierno luchan por supremcía en las ciudades y en los desiertos de Libia, en Africa del Norte, la tendencia y el tono de los reportajes de los medios norteamericanos y del oeste ponen al descubierto la mentira de la tan cacareada objetividad periodística.