EEUU ha enterrado, sin honores, la era de Obama. El Partido Republicano se ha hecho con el control del Senado, que había perdido en 2006. Al mantener la mayoría en la Cámara de Representantes (Cámara Baja), han conseguido el control total del Congreso. Según las estimaciones de los medios de comunicación, ya cuentan con al menos 52 escaños de los 100 que constituyen esa cámara, tras sus victorias en Iowa y Carolina del Norte.

El porcentaje de estadounidenses identificados como políticos independientes aumentó en 2011, como es común en una año electoral, aunque el 40% que lo hizo es el más alto que la encuestradora Gallup halla medido, en un punto porcentual. Más estadounidenses continúan identificándose como demócratas que como republicanos, 31% a 27%.

Según un reciente sondeo de Gallup, casi la mitad de los estadounidenses no sabe a quién apoyar en las elecciones presidenciales previstas para el 6 de noviembre de 2012. El 46% de los encuestados considera que ninguno de los candidatos presentados será un buen líder de Estado. En general el descontento y la decepción de los estadounidenses por los políticos creció considerablemente en comparación con la situación anterior a los comicios de 2008, cuando solo el 11% confesó que no tenía a quien votar.

El periodista Reinaldo Taladrid realiza una análisis de las principales temáticas que preocupan a los estadounidenses para las elecciones de 2012. Basándose en una encuesta realizada por la ABC/Yahoo realiza un exhaustivo análisis de los temas que más preocupa al pueblo norteamericano, donde sorprendentemente el empleo y la desigualdad en los ingresos ocupan los primeros lugares.

El periodista Reinaldo Taladrid abordó el tema de las elecciones en Estados Unidos en la sección La Esquina, los principales temas que se debaten entre los candidatos y los posibles escenarios. Las guerras, la crisis económica y los escándalos que envuelven a algunos de los candidatos.

La ex primera dama estadounidense Hillary Clinton podría marcar la diferencia con los republicanos para que Barack Obama gane un segundo término en la Casa Blanca. Pese a su negativa a involucrarse en política luego de cesar como secretaria de Estado en 2012, la Clinton se proyecta así para muchos de sus compatriotas.