La ley de la selva aplicará Estados Unidos a Siria

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

De este lado del mapa duele el absurdo, esa extraña manera en que se ordena la vida cuando el mundo está polarizado por esa histórica confrontación entre el más fuerte contra el más débil, del que financia los misiles contra el que nació en una tierra bendecida por recursos naturales como el petróleo y el gas, del que ambiciona poderes contra el que solo pretende defender su soberanía y legítima defensa. Así se mueven los días y a un ritmo precipitado, angustioso.

Estados Unidos ha anunciado, con su soberbia imperial, que atacará a Siria, y para intentar modular lo absolutamente desafinado, ha dicho que la táctica será sin grandes despliegues, de forma limitada, como si ello le pusiera un tono moderado a una postura bélica que ha trascendido las fronteras de la permisibilidad en el máximo organismo de concertación mundial.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha vetado su interés de ir a las armas, pero el poder norteamericano tiene muchas inversiones concentradas en función de la industria guerrerista y la geopolítica le orienta no descuidar su hegemonía en el Medio Oriente, donde Siria se ha convertido en una especie de nudo gordeano tras el reforzamiento de sus relaciones con Irán. Además, no pueden permitir que Rusia avance más en la región.

Ahora solo esperan al 9 de septiembre, cuando el Congreso emitirá o no una Ley que respalde la decisión que ha expresado Obama. Mientras tanto, Israel (el máximo aliado en el área de EE.UU.) “afila su arsenal” con ejercicios militares que tensionaron más la situación este martes.

El periodista Elson Concepción explicó en la Mesa Redonda que el lanzamiento de estos misiles puede interpretarse como una provocación. Además, Israel primero dijo que eran operaciones conjuntas, de rutina, con Estados Unidos, pero el gobierno norteamericano negó que él tuviera algo que ver en ello.

El experto estableció un paralelismo con lo sucedido en Libia, donde dijo que se siguió como modelo el reforzamiento a la oposición, que en este justo momento tiene una postura muy desfavorable, para luego dejarles el camino más abierto para derrocar a Bashar Al-Assad.

El analista Ángel Dalmau comentó que hace una década se conoció de la iniciativa trazada por EE.UU. para el Gran Medio Oriente, con el objetivo de implantar más democracia y libertad en esa región, al estilo de Occidente. “Estamos hablando de una gran región en la que no se puede perder de vista que allí existe más del 60 por ciento de las reservas de petróleo y más de la mitad del gas, y esto nunca está fuera del cálculo de ellos”.

El guión de Siria, añadió, es muy similar al de Libia. “En estos mismos momentos se reconoce que hay más de una decena de mercenarios procedentes de diversos países, quienes están luchando por dinero. La diferencia con Libia es que el ejército de Siria está más preparado”.

En diálogo con Medea Benjamin, miembro de la organización Código Rosado, la pacifista destacó que la mayoría de los norteamericanos se oponen a esta situación, “nosotros sobre todo rechazamos lo que se vivió en 2003 en Iraq, creemos que este no sería un camino para el fin de los enfrentamientos, sino que provocaría un incremento de los muertos. Por ello estamos presionando para que no haya un ataque”. La activista llamó la atención sobre el hecho de que aún no se ha dicho qué se va a hacer si el Congreso no apoyara esta decisión.

Reinaldo Sánchez Porro, por su parte, subrayó que esta es una guerra anunciada. “Esos cohetes que cayeron de pronto nos confirman que una guerra se sabe cómo empieza, pero nunca cómo acaba. Estamos ante una problemática que puede evolucionar de maneras distintas.

“Cuando uno estudia la etapa inicial de la Primera Guerra Mundial, uno descubre que todo el mundo pensaba que iba a durar poco, sin embargo se extendió unos 4 años. Además, no se puede dejar de tener en cuenta que Irán ha dicho que si se meten con Siria ellos atacarían a Israel”.

Orwa Mahmud, corresponsal de origen sirio de la agencia SANA en Cuba, tras su viaje a su país, comentó a este programa que no se puede negar que existe un clima de tensión mayor después de las declaraciones de Obama. Pero el pueblo sirio se mantiene sereno en medio de estas circunstancias, ya que tienen confianza en el ejército. Además, se sienten en medio de una guerra desde hace dos años, de manera indirecta, y han demostrado estar dispuestos a defender el suelo patrio.

El periodista Elson Concepción subrayó que las reacciones en el mundo han sido muy encontradas, hasta dentro de los propios Estados Unidos. El papa Francisco, igualmente, ha alertado sobre las proporciones de este problema. Pero la decisión parece irrevocable y solo se engrana mejor el guión, en el que prevalece la Ley del más fuerte.

Estados Unidos ha anunciado, con su soberbia imperial, que atacará a Siria.

Ahora solo esperan al 9 de septiembre, cuando el Congreso emitirá o no una Ley que respalde la decisión que ha expresado Obama.

El analista Ángel Dalmau comentó que hace una década se conoció de la iniciativa trazada por EE.UU. para el Gran Medio Oriente, con el objetivo de implantar más democracia y libertad en esa región, al estilo de Occidente.

Reinaldo Sánchez Porro, por su parte, subrayó que esta es una guerra anunciada. “Esos cohetes que cayeron de pronto nos confirman que una guerra se sabe cómo empieza, pero nunca cómo acaba”.

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