XV Festival Internacional de Teatro: fiesta de los sentidos y la diversidad

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

El XV Festival Internacional de Teatro de La Habana ha ampliado “las fronteras de sus alcances” en esta edición, y “ha contagiado” a unas siete provincias más de la Isla en esta fiesta especial del arte de las tablas.

El vicepresidente del Consejo de las Artes Escénicas, Rafael Pérez-Malo, invitado a la Mesa Redonda de este miércoles, explicó la diversidad, presencia amplísima y diferentes formatos y grupos extranjeros que asisten. Refirió que en esta ocasión están presentes 19 países y Cuba, que suma los 20, y destacó el trabajo del equipo curatorial con una actividad muy intensa con las 200 propuestas que se recibieron.

El especialista enfatizó en que los interesados debieron enviar el trabajo grabado, de los cuales se dejaron 60, una cifra que superó todas las expectativas, ya que en ocasiones precedentes no habían sobrepasado las 25 obras escogidas, de un total de 40 que se presentaban.

El programa ha incluido 75 espectáculos para diez días y se trabajó para lograr una muestra con balance y variedad en las 21 instalaciones de la ciudad, también con la intención de llegar a otros circuitos: plazas, parques, hospitales, escuelas, provincias. El espectador puede individualmente disfrutar de dos presentaciones cada día como promedio.

Julio César Ramírez, actor y director artístico del evento, añadió que el Festival tiene una diversidad extraordinaria, con espectáculos sorprendentes, como la obra Anna Karenina, que presentó la academia rusa. Los invitados han podido apreciar además el alto nivel del teatro cubano y se ha producido un intercambio muy beneficioso.

“Cuba, dijo, es un sueño para muchas personas y teatristas, quienes han quedado muy impactados con la reacción y calidez del público, con las salas llenas, con la manera en que el espectador observa y valora”.

Rubén Darío Salazar, director del grupo Las estaciones, expuso que esta vez, como cada vez, ha habido buena aceptación con lo escogido, porque es un Festival de muy buena selección. “Las muestras proponen cosas diferentes, los títeres alcanzan un diapasón mayor, está lo juglaresco, el circo… hay una conjunción de arte y pedagogía, con mensajes que van mas allá de la lección hasta tocar las emociones del espectador”.

Cuba sorprende mucho por la apuesta que hace por la cultura: el año que viene se efectuará en el país, con la presencia de más de 80 países, el Consejo Mundial de Marionetas, en abril de 2014.

Para la teatróloga Dianelis Diéguez La O, este Festival tiene entre sus aciertos los espacios teóricos, donde más que las estéticas, se exponen las maneras en las que se concibe hoy el teatro. “El espacio para reflexionar sobre qué hacemos es tan importante como la propia obra, porque actualiza acerca de cómo se hace y gesta el teatro dentro y fuera del país”.

El Festival, coincidieron los panelistas, demuestra que en Cuba el teatro se expresa de muchas maneras, que sigue convocando, llenando plazas y revitaliza a su vez todas las maneras del teatro cubano.

En esta ocasión el evento se dedica a Stanislavsky, el creador de un nuevo método que va más allá de las representaciones, con una novedosa forma de encarnar a los personajes a través de la psicología del actor y sus emociones más íntimas, para conseguir una actuación convincente.

Julio César precisó que se dedica a Stanislavsky como homenaje al actor, y porque los cubanos son ejemplo de entrega al espectador bajo el entrenamiento y metodología sugeridos por Stanislavsky. “Su estética puede ser muy debatida en el mundo, pero su legado trasciende porque enseña a encontrar la naturaleza humana desde la escena”.

Los especialistas alegaron que en términos de formación la escuela cubana de teatro históricamente es de alto nivel. “El actor viene de dos vertientes: o toma la academia o se une a la práctica y un maestro lo acompaña a aprender a hacer teatro. En Teatro Estudio, por ejemplo, hay un desprendimiento de directores teatrales, bajo la sombra de los Revuelta. La Academia también tiene un papel importante, en el ISA las aulas no solo llenan de luz la enseñanza, sino que tratan de valorar y validar las potencialidades del actor que al cabo del tiempo se convierte en un artista preparado para hacer de todo sobre las tablas”. Si algo es importante, coincidieron, es la preparación académica del ISA, que goza de una alta valoración en el mundo.

Julio César refirió que el teatro cubano es un teatro vivo y que se parece a Cuba, porque siempre ha dialogado y partido de la realidad cubana. Éticamente y con todo el rigor, el teatrista cubano estudia los procesos para luego representarlos. Los refleja tras la investigación, proceso en el cual el grupo de teatro Escambray es una referencia.

“El teatro cubano es vivo y los espectadores lo perciben y van a su encuentro, a establecer una relación con el espectáculo, e intentan ver cómo el teatro reproduce y se parece a ellos”. Mientras para Rubén Darío, este es un espacio de libertad infinita en todas las tendencias, un espacio ganado que no debe perderse sino desarrollarse como algo vital.

Dianelys subrayó que el Festival es una experiencia absolutamente tangible, real y que permite un encuentro compartido, un diálogo con el otro, un intimismo con alguien que te va a mirar, a tocar y a palpar directamente. A lo que Rafael sumó que es la manera de alimentarse de un complemento cultural escénico que nutre el espíritu y nos hace mejores seres humanos.

En opinión de Julio César, esta es una gran fiesta de los sentidos y de la diversidad. Sentido festivo y de entrega que provoca una sensación amplia de disfrute.

El XV Festival Internacional de Teatro de La Habana ha ampliado “las fronteras de sus alcances” en esta edición, y “ha contagiado” a unas siete provincias más de la Isla en esta fiesta especial del arte de las tablas

El vicepresidente del Consejo de las Artes Escénicas, Rafael Pérez-Malo, invitado a la Mesa Redonda de este miércoles, explicó la diversidad, presencia amplísima y diferentes formatos y grupos extranjeros que asisten

Julio César Ramírez, actor y director artístico del evento, añadió que el Festival tiene una diversidad extraordinaria, con espectáculos sorprendentes, como la obra Anna Karenina

Cuba sorprende mucho por la apuesta que hace por la cultura: el año que viene se efectuará en el país, con la presencia de más de 80 países, el Consejo Mundial de Marionetas, en abril de 2014

Para la teatróloga Dianelis Diéguez La O, este Festival tiene entre sus aciertos los espacios teóricos, donde más que las estéticas, se exponen las maneras en las que se concibe hoy el teatro

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