Controversia Rusia-Turquía: la chispa que prende otras llamas

Fotos: Roberto Garaicoa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Siria puede ser parte del escenario de transición hacia una Tercera Guerra Mundial. De las tensas regionales se habló en la Mesa Redonda.

El análisis de la controversia Rusia-Turquía, después de que esta última invadiera el cielo sirio para derribar un avión de Moscú que participaba en la estrategia militar contra el Estado Islámico, condujo a los expertos cubanos presentes en la Mesa Redonda de este jueves a varias conclusiones: esta acción responde a la recomposición de las hegemonías mundiales; Siria puede ser parte del escenario de transición hacia una Tercera Guerra Mundial; y la postura turca refuerza la pretensión de la OTAN, bajo el liderazgo norteamericano, de cercar a Rusia.

El máster Santiago Pérez comenzó por los antecedentes de este enfrentamiento, que situó más allá del siglo XX. “Siempre hubo pugna, las cuales se acentuaron en épocas de crisis, como durante la Guerra Fría, y luego de que Rusia comenzara su restablecimiento después de los aciagos años 90”.

Las relaciones, dijo, siempre han oscilado entre la conciliación y el conflicto. “Lo complejo es que estamos hablando de dos países que tienen un intercambio comercial de casi 30 mil millones. Y para poner un ejemplo, el 60 por ciento del gas que consumen en Turquía proviene de Rusia. Estaba hasta la posibilidad de construcción de un gaseoducto, que fungiría como una salida para la diversificación de la llegada del gas ruso a Europa a partir de la crisis en Ucrania”.

En su opinión, lo acontecido el 24 de noviembre era impensable, porque es un acto de guerra. “Hemos visto la reacción de Rusia, porque detrás de esto hay muchas causas. Hay sectores de la seguridad nacional que no les convenía la coalición internacional contra el Estado Islámico, porque es un argumento muy endeble el que presenta Ankara con la justificación de la defensa de la soberanía”.

Reconoció que esta es una situación que ha generado un impacto tremendo en la geopolítica del área. “Básicamente en término de exportaciones de Turquía a Rusia no son cifras significativas, el tema del gas es otro punto y Putin ya dijo que vendrán otras medidas, y si eso está contenido en ellas vendrán mayores complicaciones”.

Sostuvo que el derribo ha puesto al mundo en una situación más compleja. “Si la reacción de Rusia hubiera sido bombardear alguna base militar turca se hubiera generado una guerra. Se había negociado evitar este tipo de incidentes, pero es obvio que hay a quienes no les interesaba. Esta realidad no beneficia ni a Rusia ni a Turquía, pero las políticas de Estados Unidos y de la OTAN han sido aislar a Rusia… y a ellos sí les conviene esto”.

Elsa Claro apuntó que en medio de esta controversia se genera una reunión donde hubo quien quiso denominar a Turquía la policía de sus fronteras, lo cual llama mucho la atención, como todo el estado de aprobación y de justificación a su actitud belicista.

Entre los intereses que se movían entre Turquía y Rusia, más allá de los comerciales, no dejaron de estar los militares. “Por lo que cualquier cosa que Ankara hubiera querido hacer se lo podía haber notificado previamente, y si de verdad hubieran estimado que estaban violando su espacio aéreo, también tenían concebido los canales para alertarlo o comunicarlo”.

No utilizaron ningún recurso cuando hay un incidente de carácter aéreo, cuando pasa alguna acción de tipo aéreo. Hay una serie de convenciones para evitar males mayores. “Pero ellos fueron directo a dispararle  al Su-24 y quienes verdaderamente violaron el espacio aéreo de Siria fue el avión turco que disparó contra el ruso. Hay que ver las intenciones que había detrás para generar esta situación”.

También, afirmó, la OTAN tenía información de cada operación… lo cual hace sospechar que la postura de Turquía fue consultada. “Y a nadie se le puede olvidar que Estados Unidos es quien comanda el Pacto de la Alianza Atlántica”.

Elsa Claro recordó otro ángulo: la nueva situación en las fronteras. “Porque ahora Europa le va a pagar 33 mil millones de dólares a Turquía para que funcione de tapón de la migración siria. Francia ha estado pidiendo que se selle la frontera para evitar la migración y el flujo. Sin embargo, antes no existía el interés de evitarlo porque si lo hacían le cerraban las puertas a las fuerzas mercenarias que entraban a hacerle la guerra al gobierno de Bashar Al-assad”.

Por su parte, la Doctora María Elena Álvarez argumentó que el estudio de la posición y actuación de Estados Unidos en el hecho han generado cuatro tendencias entre los estudiosos: la primera es que sin el consentimiento de ellos no hubiese hecho esto Turquía, la segunda es que Turquía lo hizo para desafiar a Washington porque está descontenta con respecto a su actuación ineficaz en contra del Estado Islámico, otros consideran que fue un sabotaje estadounidense en las relaciones entre Rusia y Turquía, y como última tendencia se señala que Turquía lo hizo para empujar a Rusia fuera de la zona y lograr así tener un papel más protagónico en Siria.

Después de la presentación de estas cuatro posturas dijo la suya: “Más allá de que hay que darle tiempo al tiempo, creo que hay un poco de todo en esto. Y estoy convencida de que Ankara no lo hizo sin tener a la OTAN y a Estados Unidos, que es el líder, de su lado.

“Turquía es una potencia, pero media, porque el liderazgo es estadounidense en la OTAN. Y Obama aunque no fue muy enérgico, trató de componer algo que sobre todo resulta un beneficio para ellos”.

Lo invariable, señaló, es que esta acción constituye una amenaza a la seguridad de estos países. Hay muchos militares y sobre todo retirados que ven el peligro que supone esta realidad, y hacen análisis de cómo se viola el Derecho Internacional y no pasa nada.

Además, apuntó, en occidente se ve a Rusia como el agresor. “El primer impulso de uno cuando cae el avión, fue pensar en por qué Turquía le va a tumbar un avión a Rusia, y se piensa que hubo una invasión.

“Estados Unidos ha sabido jugar muy bien sus cartas, porque en la práctica fracturó de manera gravísima la posibilidad de crear un frente común y no cedió el liderazgo a Rusia en el escenario internacional”.

Todo esta maniobra de poderes, añadió Elsa Claro, sigue cercando a Rusia, una política que se articula constantemente, primero con Ucrania y ahora con Turquía.

En su criterio, Europa se puede complicar por seguirle la rima a Estados Unidos. “Los países que violan el Derecho Internacional sin autorización del gobierno sigue fijando muy malos precedentes”.

El máster Santiago Pérez comenzó por los antecedentes de este enfrentamiento, que situó más allá del siglo XX.

Elsa Claro apuntó que en medio de esta controversia se genera una reunión donde hubo quien quiso denominar a Turquía la policía de sus fronteras, lo cual llama mucho la atención, como todo el estado de aprobación y de justificación a su actitud belicista.

Francia ha estado pidiendo que se selle la frontera para evitar la migración y el flujo. Sin embargo, antes no existía el interés de evitarlo porque si lo hacían le cerraban las puertas a las fuerzas mercenarias que entraban a hacerle la guerra al gobierno de Bashar Al-assad

Por su parte, la Doctora María Elena Álvarez argumentó que el estudio de la posición y actuación de Estados Unidos en el hecho han generado cuatro tendencias entre los estudiosos: la primera es que sin el consentimiento de ellos no hubiese hecho esto Turquía.

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