Literatura y Revolución (+ Fotos y Video)

Reconocidos escritores latinoamericanos presentes en la Feria Internacional del Libro participaron este viernes en la Mesa Redonda

Fotos: Roberto Garaicoa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

La fiesta mayor del libro que cada año acoge San Carlos de la Cabaña, en su edición 25 contó  con el acompañamiento especial de prominentes intelectuales, quienes reconocieron la valía de un evento como este y expusieron en la Mesa Redonda algunas de las ideas cardinales que conectan a la cultura con los procesos sociopolíticos.

La ecuatoriana María Fernanda Espinosa habló sin reservas de un encuentro al que consideró maravilloso, y que es posible por la propia historia cubana y la sensibilidad que ha sabido cultivar la Revolución en su pueblo. Reconoció que es cierto que cada día es más frecuente la gente que lee en las plataformas digitales, pero que nunca ello será más edificante que el contacto con el papel.

En su intervención, aseguró que las connotaciones de una feria como esta son más singulares a  partir de cómo se construye la sociedad, y “Cuba nos han dado la lección de que cultivando el espíritu y la sensibilidad se puede tener una sociedad más humana y mejor”.

El 25 aniversario de una Feria Internacional del Libro y la Literatura, dijo, dice mucho, y “uno advierte que no es una tarea, sino un placer. Y las familias caminan e interactúan con la literatura, lo cual expresa el amor que sienten por esta manifestación artística”.

El joven Rey Andújar, de República Dominicana, coincide con su colega ecuatoriana, por ello ha venido a Cuba a “cerrar un círculo”. “Vine por primera vez en 2009 y volver con este premio otorgado por el Alba cultural es algo muy significativo, porque no está atado a ningún interés mercantil y uno se siente cómodo al participar y ganarlo, porque amplía el círculo de lectura. Además, con frecuencia se nos acusa de un lenguaje muy local a los caribeños, y se rompe el estigma con esta valoración que nos han dado. Todo esto me hace rebozar de alegría y más porque lo he vivido en Cuba, que me ha permitido tener un día muy dulce y ver la maravilla de tanta gente concentrada”.

El peruano José Antonio Mazzotti se siente hechizado por la poesía, por ello habla cómodamente de la especie de mandato que siente que esta le impone. “Y no me gusta reducir el concepto de poesía al de latinoamericana, porque en nuestra región hay más de 600 lenguas y hay poesía en todas ellas. Se necesita más estudio y recopilación de ese material. Pero si volvemos al concepto más canónico, vinculado con la llegada de los europeos, observamos que hay diversas tendencias y cierta dispersión después de los 60 y 70. Ahora disponemos de una riqueza enorme, porque América Latina ha tenido la capacidad de renovarse en la literatura”.

María Fernanda Espinosa confiesa que ella no hubiera podido escribir una sola línea sino con el pie a tierra, viviendo la vida de la gente común y corriente. “La parnasiana no la he podido concebir. Solo sufriendo, llorando y sintiendo es como puedo hacer poesía”.

Reconoció que este es de los géneros menos apetecidos por el mercado, “lo cual creo es un síntoma de la sociedad en la que vivimos. Ya Mujica decía que la nuestra es una sociedad adicta a la acumulación, y deberíamos acumular palabras, en vez de ropas, juegos de video, televisores de plasma”.

Consideró que la poesía, mientras más humana y sensible, está más hecha para leer. “Constituye una forma de vivificación de la palabra y libro del espíritu. El síntoma de no leerla es una marca de que la humanidad no está bien. Hay que enseñar a leer y no a creer, como decía Fidel. Este es un aprendizaje que hay que refrescar. Es algo que muchos de nuestros países intentan y es difícil, porque es ir contra la corriente de la adicción que es contraria al derecho a la belleza y la sensibilidad, a la emoción”.

Rey Andújar destacó que “aunque uno trabaja con algo artístico llega el momento del dinero. En este asunto de oferta y demanda se va a querer modificar el producto para llegar al producto comercial que se quiere. Esa idea romántica de luchar contra una editorial se destruye un poco porque uno quiere ver el libro publicado”.

En su caso, tuvo la experiencia con su segunda novela de que entró en contradicción con la editorial, y “choqué con la realidad de que era algo que no le convenía. Pero soy un Quijote de esto y me he podido revelar. Se le puede decir que hay otras alternativas para publicar y cuando uno se olvida un poco de eso se puede crear sin menos presión”.

José Antonio Mazzotti se detuvo en los riesgos que le conciernen a cada escritor. “Las búsquedas estéticas y las experimentaciones funcionan de manera distinta para el mercado. Pero como la literatura es una carrera de largo alcance, al final no quedan los que más venden, y tarde o temprano si una obra vale en cualquier término se rescata por un crítico y una escuela. Hay autores que no eran reconocidos en su momento, y otros ridiculizados y, sin embargo, el tiempo los ha redimido”.

María Fernanda Espinosa añadió que las editoriales son implacables. “Y no se puede olvidar que toda creación es una propuesta política, porque refleja una mirada política sobre el mundo. Por ello no necesitas una novela de barricada para demostrar que  a las editoriales les interesa un tipo de política. Hay quien se permite decirte que determinada propuesta es muy ideológica, cuando lo que hacen es construir el status quo dentro del neoliberalismo con esa visión dogmática”.

Invitó a mirar la historia de la literatura latinoamericana, y se preguntó qué habría pasado con la Revolución Sandinista sin Cardenal, qué habría pasado en la descolonización del pensamiento sin Martí… “Todo ello nos asegura que la literatura ha tenido mucho que ver con los procesos revolucionarios en nuestra región”.

La ecuatoriana María Fernanda Espinosa habló sin reservas de un encuentro al que consideró maravilloso, y que es posible por la propia historia cubana y la sensibilidad que ha sabido cultivar la Revolución en su pueblo.

Invitó a mirar la historia de la literatura latinoamericana, y se preguntó qué habría pasado con la Revolución Sandinista sin Cardenal, qué habría pasado en la descolonización del pensamiento sin Martí…

El peruano José Antonio Mazzotti se siente hechizado por la poesía, por ello habla cómodamente de la especie de mandato que siente que esta le impone.

El joven Rey Andújar, de República Dominicana, coincide con su colega ecuatoriana, por ello ha venido a Cuba a “cerrar un círculo”.

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