Por Aniel Santiesteban García

Fotos de Roberto Garaicoa

Emisión: 16/08/2018

A diario, las noticias que más rápidamente trascienden en el mundo tienen como lugar de origen al gigante norteamericano Estados Unidos, fuerte potencia económica que por más de un año ha estado influenciada por el comportamiento de su presidente hacia la política de guerra económica y mediática internacional, como si esta postura se contemplara en los estatutos de la administración estadounidense.

En su emisión de jueves, el espacio radio televisivo Mesa Redonda analizó, con la participación de importantes analistas cubanos, la trayectoria política y las decisiones tomadas por Donald Trump en el gobierno norteamericano, a más de un año de su mandato.

Invitados, los doctores Jorge Hernández Martínez, Ernesto Domínguez López y Luis René Fernández Tabío, todos profesores e investigadores titulares del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana, así como el periodista de la página Cubadebate y también analista de temas internacionales Sergio Alejandro Gómez Gallo.

Fue, precisamente, el periodista Sergio Alejandro Gómez, quien refirió en el inicio del espacio el tema de la guerra mediática iniciada desde el comienzo mismo de la presidencia Trump en EE.UU., acentuando que “no fue él quien inventó el rechazo a los medios de comunicación por parte de los estadounidenses, sino que a su llegada, ya era latente la campaña de descrédito hacia los medios norteamericanos”.

“Eso sí -subrayó Gómez Gallo-, Trump ha sido muy efectivo en su estrategia de defensa ante toda una serie de escándalos que le tienen como protagonista, al atacar los medios para quitarle su legitimidad; el presidente tiene una guerra con la prensa y su objetivo principal es evitar que haya credibilidad en los ataques contra él”.

El periodista de Cubadebate definió el sistema del gobierno Trump como muy eficiente en la forma en la que se ha pensado, y no consiste en mostrar su inocencia sino en probar que los demás son más corruptos que él.

“En un sitio de noticias, según los expertos, desde que sucede algo (noticia) hasta que se reporta, analiza, llega al público y lo atiende, deben transcurrir como promedio 24 o 48 horas, sin embargo Trump es capaz de generar tantos escándalos que llega a ocupar cientos de sitios de noticias, de ahí la velocidad con que lo hace y lo mediático que puede resultar”, explicó Sergio Alejandro Gómez Gallo.

En otro momento, definió la actual presidencia norteamericana como de constantes mentiras, y a su máximo representante como una persona que siempre las utiliza, aunque en la cuestión mediática, las personas atenderían estas acusaciones de la prensa como ataques porque así él lo ha condicionado.

En otros temas, preocupa a los analistas de todo el orbe la situación del electorado norteamericano y sus intereses hoy, pues al llegar a poder, Trump tenía un 40 por ciento de preferencia popular y en este momento esa cifra ha crecido un 10 por ciento más.

El profesor e investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos Jorge Hernández Martínez, en ese sentido, apuntó que “otra vez tienen un papel sumamente importante los medios de comunicación, los que alcanzan su resonancia en toda la estructura social, poblacional y de clase, por tanto, todo el pueblo norteamericano está viviendo ese show mediático donde la gran figura sigue siendo Trump”.

Explicó, además, el profesor Hernández Martínez la base y el sustento hoy de esa preferencia popular hacia Trump:

“Se destaca una retórica o discurso con sus exabruptos y escándalos desde el ‘trumpismo’, término utilizado también desde el plano mediático para definir su postura social ante el electorado norteamericano y el mundo, pero ha apelado a valores y mitos de la sociedad estadounidense que ha tejido este entramado social”.

En las múltiples guerras de Trump sobresalen varios frentes, donde además del que le relaciona a los medios de comunicación, norteamericanos e internacionales, destaca el económico, sostenido con varias potenciales del Mundo, con fuertes acusaciones y acciones que desatan la polémica global hacia su postura de presidente.

Al tema, en su momento de diálogo en la Mesa Redondo, se acercó el investigador Luis René Fernández Tabío, también profesor del CEHSEU, quien enfatizó en cuánto puede influir desde el plano positivo o el negativo hacia la economía de Estados Unidos la postura de guerra económica adoptada por Donald Trump:

“Lo que sucede hoy es resultado de la gran crisis económica y financiera heredada de anteriores gobiernos norteamericanos, con una trascendencia que va más allá del propio problema económico, donde se perciben las secuelas en el plano social, por ejemplo, con el desempleo”.

Señaló que la administración de Barack Obama desempeñó un papel trascendente en ese sentido, al proponerse ajustar la economía estadounidense y la política en sentido general, aunque con un enfoque que no duró y fue extraordinariamente contradictorio; al parecer, la figura Trump quiere hacer también su parte como ya lo había hecho Obama.

El plano político, condicionado por recientes posturas estadounidenses, y sobre la supremacía que hoy caracteriza la relación Trump con otros gobiernos, creciendo o en decadencia, el también investigador y profesor del CEHSEU Ernesto Domínguez López declaró que durante años se ha debatido si realmente cae o se alza.

“Lo que sucede -apuntó Domínguez López, es que en los últimos meses la proyección política internacional ha sufrido un cambio constante desde la manera en que se conducen las relaciones internacionales, y Trump ha correspondido desde su gobierno a esa realidad así como lo hizo en su momento B. Obama”.

En este ámbito, destacó que se trata de una crisis estructural que no solo implica a Estados Unidos, sino que abarca al capitalismo como sistema, válido para ellos en el ajuste a nuevas realidades.

Domínguez López añadió respecto al presupuesto militar estadounidense, que puede explicarse claramente como un estímulo económico y los temas de política interna dada la complacencia a los sectores dentro de las élites o bases electorales.