Palestinos de distintas tendencias políticas, incluido el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), calificaron hoy de gran victoria la aceptación como miembro pleno de la UNESCO, a pesar de presiones y chantajes de Estados Unidos.

A las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riad Al-Malki, se sumaron expresiones de júbilo de otros dirigentes y de personas comunes en la ocupada Cisjordania y en la bloqueada Franja de Gaza.

Los canales televisivos y periódicos palestinos que circulan aquí destacaron el triunfo abrumador de la solicitud presentada a la UNESCO para que la ANP fuera aceptada como Estado de pleno derecho, lo cual consiguió con 107 votos favorables, 14 en contra y 52 abstenciones.

Al-Malki, quien asistió a la votación en la sede del máximo órgano cultural, científico y educativo de la ONU, encomió el suceso como “un momento histórico que devuelve a Palestina algunos de sus derechos”, según reseñó la televisión pública.

Por su lado, el analista palestino George Ciacaman señaló que “básicamente, fue una victoria moral sin implicaciones políticas, porque no liberará a Palestina, pero le dará visibilidad y, además, marcó una fractura entre Europa y Estados Unidos”.

Washington lideró el voto negativo de la moción y anunció la suspensión de su contribución financiera a la UNESCO, equivalente a unos 60 millones de dólares o el 22 por ciento del presupuesto de la entidad con sede en París.

Por otro lado, la agencia noticiosa palestina Ma´an destacó la satisfacción del portavoz de Hamas en Gaza, Fawzi Barhoum, quien consideró que el triunfo ayudará a proteger el patrimonio palestino y los sitios sagrados ahora usurpados o saqueados por Israel.

“Hamas felicita a Palestina por este importante paso para la causa”, apuntó Barhoum al subrayar que ahora se podrá solicitar el reconocimiento como patrimonio cultural de la humanidad de monumentos palestinos en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén.

Añadió que la victoria igualmente ayudará a contener las violaciones sionistas en sitios sagrados, en particular la mezquita de Al-Aqsa, considerado el tercer sitio sagrado del Islam, y la propia ciudad de Jerusalén, cuna del cristianismo, el judaísmo y el islamismo.

La votación demostró que la administración estadounidense ha perdido la capacidad de lograr apoyos para Israel en la arena internacional, además de que desenmascara aún más la parcialidad de Washington con su aliado sionista, indicó Barhoum.

(Con información de Prensa Latina)