La universidad médica cubana: presente y desafios( parte final) hoy en la Mesa Redonda

Autoridades del Ministerio de Salud Pública y el rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana responderán este jueves en la Mesa Redonda a las preguntas y opiniones de la población sobre la situación actual de los estudios de las ciencias médicas en el país, su organización, el estado de la infraestructura, las inversiones y otros temas de interés. Desde las 10 am participe en el Foro Debate sobre el tema.

Cubavisión, Cubavisión Internacional y Radio Habana Cuba transmitirán este programa a partir de las 7 de la noche y el Canal Educativo lo retransmitirá al final de su emisión del día.

2 Comentarios »

  • Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:

    Al reconocer el acierto del tema, que ahonda en la Universidad de Ciencias Médicas como hija legítima de sanas aspiraciones, comparto la convicción de que los cubanos, como las familias, las comunidades e instituciones, así como la sociedad en su conjunto, aunque disfrutan y reconocen avances notorios en la etapa revolucionaria, esperan más de los profesionales, trabajadores, profesores y estudiantes de la salud, precisamente los que compartimos una invaluable responsabilidad social: cuidar la salud del pueblo, en toda su dimensión. Por tanto, debemos concientizar que:

    •La excelencia y la cultura sanitarias a que aspiramos se comienzan a fraguar durante el proceso formativo. La anatomía, la fisiología y el alma del sistema sanitario, que incluye la Universidad, han de estar en función del pleno bienestar físico, mental, social y ambiental de todos.
    •Podemos acelerar las transformaciones necesarias en el ámbito salubrista. En cada escenario formativo, que es además asistencial e investigativo, somos el rostro, la imagen, del sistema cubano de salud. Por tanto, es imprescindible “ser y parecer” un digno representante del sector.
    •La vocación humanista, cuando existe, se demuestra. Es ferviente y constante; se expresa, al ejercerla, a través de la sensibilidad y la sabiduría.
    •Es mal educado el que se abstiene de educar.
    •Las épocas de incivilidad e insalubridad, como la historia en su conjunto, no pueden olvidarse, precisamente para que nunca se repitan sus dramáticas causas y consecuencias.
    •Nos corresponde protagonizar la apología al cuidado de la salud y no tenemos derecho a tolerar la indiferencia con la sanidad del pueblo.
    •No hay razón alguna para que identifiquemos mejor los signos de enfermedad que aquellos que evocan insanos estilos de vivir.
    •La educación médica tiene que llegar, todos los días, a los espacios donde transcurre la vida de nuestros compatriotas y allí debe escucharlos, aconsejarlos, asistirlos y acompañarlos con ética y responsabilidad.
    •Resulta esencial el estudio profundo de todo lo que condiciona o determina el estado de salud, para enfatizar en las estrategias de promoción de sanos estilos de vida y la prevención de enfermedades u otros daños a la salud.
    •El honor tiene que colmar cada escenario de formación y atención, presidir cada relación profesor-paciente, estudiante-paciente o profesor-estudiante, y guiar cada modo de actuación.
    •El superlativo moral en salud es la dignidad, de cada estudiante y de cada educador.

    Dr. José Luis Aparicio Suárez.

  • Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:

    La universidad médica cubana puede y debe abrazar, con más energía, los
    más empinados propósitos por la salud. Ha de enfatizar que emprender aviva
    el espíritu salubrista y aleja la indiferencia, que vicia y enajena, que
    enardece e impulsa el compromiso con el bienestar de los seres humanos. La
    formación debe considerar como acérrimos adversarios de la salud la falta
    de higiene y los inadecuados estilos de vida. El Alma Máter de la salud
    debe educar en el ánimo de desarrollar la clarividencia sanitaria, para
    que los ciudadanos, las familias y la sociedad en su conjunto comprendan
    como mejorar y preservar su salud, y sepan discernir lo que beneficia o
    perjudica su estado. La academia debe lograr que se aprendan las sabias y
    hondas raíces de la ética médica; debe enseñar a dar fe, ante el pueblo,
    de una profunda convicción salubrista, siempre con altivez humanista.

    Sinceramente,
    Dr. José Luis Aparicio Suárez.

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