Cuba y Puerto Rico:Historia de dos naciones hermanas

 

Cuba y Puerto Rico. Imagen tomada de Internet

Era 23 de septiembre de 1868 y los independentistas puertorriqueños decidieron separarse de la colonia española, aspiración iniciada con el Grito de Lares. Los boricuas se levantaron en armas para exigir a la metrópoli su derecho a ser independientes, a abolir la esclavitud, a la libertad de culto y de palabra, y el derecho de elegir a sus autoridades.

En los anales de la historia quedó cómo todos los esclavos que participaron en esta acción fueron liberados y los jornaleros destruyeron a machetazos sus libretas de opresión laboral.

En Cuba, por esas mismas libertades y derechos civiles comenzó un movimiento independentista el 10 de octubre de 1868, en el ingenio La Demajagua, donde Carlos Manuel de Céspedes, al igual que sus compatriotas boricuas dio la libertad a sus esclavos, y les permitió incorporarse a la lucha por la independencia.

Pasaron los años y a pesar de la frustración por las luchas fracasadas, las ansias de libertad siguieron vigentes en ambas naciones. Corría el año 1892 y José Martí, en la preparación de la Guerra Necesaria crea el Partido Revolucionario Cubano y allí, en el primer artículo de sus bases fundacionales, plasma el deseo de extender la mano a la isla hermana: lograr  la independencia absoluta de la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.

Inicia la guerra en 1895 y ya cuando los mambises cubanos estaban a punto de vencer, en 1898, los estadounidenses intervienen en la contienda y con la firma del Tratado de París Estados Unidos convierte a Puerto Rico en colonia y a Cuba, años posteriores, en una neocolonia que se inicia con la imposición de la  Enmienda Platt.

En busca de la libertad

En la primera mitad del siglo XX Cuba y Puerto Rico no eran más que el patio trasero norteamericano, con grandes índices de desigualdad en sus poblaciones, una burguesía acaudalada y gobiernos serviles a Estados Unidos. No eran más que latifundios cañeros dominados por capital norteamericano, una época en la que el prócer puertorriqueño Pedro Albizu Campos es encarcelado en Estados Unidos, por luchar sin cansancio por la libertad.

Los boricuas no logran su intención de ser independientes. Al movimiento lo impactó negativamente, entre otros factores, la encarcelación de Albizu Campos en varias ocasiones, debido a su actividad política, situación en la cual su salud se fue deteriorando en la cárcel considerablemente.

Contra el derecho de ser un país independiente, en 1952 Puerto Rico pasa a ser Estado Libre Asociado de Estados Unidos. En cambio, en Cuba, solo siete años después, en 1959, triunfa la Revolución, liderada por Fidel Castro Ruz, el joven que encabeza una lucha armada que permite alcanzar los propósitos de liberar a Cuba y forjar una Revolución Socialista en las propias narices del imperio.

Desde el inicio, el Gobierno Revolucionario cubano nunca ha dejado de brindar apoyo a la independencia de Puerto Rico, ya que ambas naciones mantienen una hermandad centenaria que traspasa sus fronteras.

Desde la solidaridad

El apoyo de Cuba para la liberación del luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, encarcelado en Estados Unidos desde 1981 y el apoyo recíproco de los hermanos boricuas en la campaña de liberación de los Cinco Héroes Cubanos prisioneros en Estados Unidos fueron momentos que marcaron una pauta en ese lazo vital entre ambos pueblos.

Oscar López, al ser liberado en el 2017, una de las primeras naciones a la cual visitó fue Cuba y con júbilo fue recibido por el pueblo cubano, quien esperaba y exigía su libertad.

Al llegar a nuestra nación expresó: “Siento que estoy en casa, ha sido esto un sueño que se convierte en realidad, muchísimos años de querer estar en Cuba”.

La solidaridad entre nuestra Isla y los boricuas se ha expresado de diversas maneras. En la sede de la Organización de Naciones Unidas, nuestro país ha presentado en varias ocasiones ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU, una resolución que pide la independencia para Puerto Rico y el fin de su estatus de Estado Libre Asociado (ELA).

Pero la cooperación siempre ha sido mutua. En tierra puertorriqueña existe el Comité de Solidaridad con Cuba y la Brigada boricua Juan Ríus Rivera, abanderadas de las causas más justas que durante años ha defendido el pueblo cubano. Cada año en La Habana se celebra una jornada de apoyo a la descolonización de Puerto Rico y se rememora el Grito de Lares.

Existen otras organizaciones puertorriqueñas como el Grupo de Solidaridad Otoquí, en el que activistas que creen en la hermandad latinoamericana, la independencia de Puerto Rico y en la justa lucha del pueblo cubano contra el bloqueo, lo expresan con acciones cotidianas que realzan el espíritu que nos une.

Tras el paso del huracán María por esa nación, el Gobierno cubano ofreció su ayuda solidaria y esta fue negada rotundamente por la administración de Donald Trump.

A 151 años del primer paso en la lucha por la independencia, las dos naciones seguirán siendo dos alas del mismo pájaro, aquel que nunca dejará que lo encierren. Cuba ha reiterado que continuará con el apoyo a Puerto Rico en su aspiración de independencia. Y es que a ambos pueblos, más que la cercanía geográfica, los une el mismo corazón.

(Tomado de Granma)

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