A menos de un mes para el anunciado retiro del ejército estadounidense del territorio afgano, las tropas de la nación norteamericana han solicitado al presidente Barack Obama mantener las fuerzas adicionales en ese país hasta el otoño de 2012, informó Prensa Latina. Desde 2009 hay 100 mil hombres desplegados en Afganistán. Obama prometió que en junio de este año retiraría las tropas y que después de diciembre de 2014 la seguridad sera transferida a los afganos. Sin embargo, la Casa Blanca aún no ha anunciado cuánto es la reducción ni cuándo comenzará.

Eliminar al adversario sin despegarse de la pantalla deja de ser una realidad exclusiva de los videojuegos. Los “drones” o vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) son herramientas eficaces de aniquilación ya que no requieren de presencia humana porque son manejados desde los centros de mando y encajan perfectamente en las operaciones encubiertas. Se puede hacer una incursión en Afganistán o Pakistán y después ir de fiesta.

El apoyo para el retiro de las fuerzas militares estadounidenses en Afganistán se ha incrementado desde el asesinato del líder de Al Qaida, Osama bin Laden, el mes pasado, según reveló una encuesta el jueves. Una consulta realizada el 2 de mayo sobre si Estados Unidos debería retirar a los 100.000 integrantes de sus tropas reveló que sólo el 30% estaba de acuerdo. En cambio, en la última encuesta realizada entre el 3 y 7 de junio por la cadena estadounidense CNN y la consultora Opinion Research Corporation, la cifra de apoyo se elevó a 39%.

El Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés) hizo público este martes su tradicional libro anual. A parte de los resultados bastante esperados, el documento dejó, además, varias sorpresas a sus lectores. Entre otras cosas, destacó a la India como el importador mundial más importante de armas, con Rusia como su suministrador principal, y denunció que la corrupción en el comercio de armas constituye “el 40% de la corrupción global del conjunto de las transacciones”.

La muerte de cuatro soldados alemanes en Afganistán en tan solo 10 días revivió la polémica sobre la misión militar en ese país asiático, debido a que a pesar de las bajas el gobierno mantiene su decisión de seguir adelante. La muerte más reciente entre las filas alemanas en suelo afgano ocurrió la víspera a 36 kilómetros al sur de la provincia de Kunduz, una de las zonas más peligrosas, donde también resultaron heridos otros cinco soldados, dos de ellos graves, informaron fuentes del Ejercito.

El gobierno de Obama restó importancia a la última petición del Presidente afgano Hamid Karzai para que la OTAN deje de atacar los hogares de su país. Karzai criticó a las fuerzas de la OTAN, dirigidas por Estados Unidos, luego de que doce niños y dos mujeres murieran en un bombardeo el domingo. “Si no detienen sus bombardeos contra nuestras casas, su presencia en Afganistán será la de un invasor, contra el deseo del pueblo afgano”, dijo.