Arroz, una producción estratégica

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Cuba se propone alcanzar en el 2016 una producción de 538 000 toneladas de arroz, de la cuales entregará al balance nacional 462 000, lo que representa el 66 por ciento de la demanda. Los pronósticos son coherentes con una política agroindustrial que ha privilegiado a este sector productivo, por ser parte de la dieta básica del cubano y porque su sostenibilidad –si se concentra en la importación- implica un desembolso millonario todos los años.

El director general del Grupo Agroindustrial Arrocero, Lázaro Díaz Rodríguez, explicó en la Mesa Redonda de este martes que se trata de un diseño en el cual están involucrados unos 18 000 productores, agrupados en las diversas formas productivas, y en el cual la empresa estatal socialista tiene un gran peso en todo el proceso.

Hay que ubicarse, primero, para entender esta estructura, en que la empresa estatal socialista es quien se pone de acuerdo con los productores en los planes de cosecha que son necesarios, y los contratan, a partir de las posibilidades de ambas partes. Y la cadena en la que interviene no se queda solo en lo pactado, sino que incluye todo el proceso: la garantía de las semillas y de los insumos tecnológicos, la siembra, la cosecha y el proceso industrial (secado y molinado). En esta larga secuencia interviene todo el tiempo la empresa estatal socialista también asesorando metodológicamente y fiscalizando.

“Nuestras empresas aseguran los insumos y a la vez brindan el asesoramiento sobre cómo utilizar las técnicas y brinda otros servicios, como la preparación de la tierra y la siembra, y presta atención al proceso industrial que es básicamente el secado y lo molinero”, especificó el directivo.

El camino para alcanzar el éxito en este renglón no depende solo de la voluntad. Según se reconoció en este espacio, toda esta rutina tiene que estar bien aceitada: la tierra tiene que prepararse en tiempo para las diversas campañas (la de frío es la más próspera –de noviembre a febrero-) y para ello es preciso también contar con la maquinaria, y no se puede perder de vista que las zanjas estén limpias y que los terrenos próximos no estén enyerbados, ya que la plagas pudieran afectar nuestro cultivo; así como tiene que existir una infraestructura adecuada de viales y de regadíos, el cultivo precisa igualmente de una buena atención cultural (las mismas posturas no pueden pasarse de los 25 días para sembrarlas), el tiempo de cosecha no puede prolongarse, ya que el grano pierde su temperatura y su calidad, y así sucesivamente…

Mas ante toda esta dimensión el país hizo un estudio de factibilidad para hacer sostenible este programa, en el que se incluye todo un proyecto inversionista y de atención singular, para que nada quede fragmentado o a medio hacer. Lo que los pasos deben ser también coherentes con la realidad económica que vive la nación.

ANTECEDENTES DEL CULTIVO DEL ARROZ

Lázaro Díaz Rodríguez compartió que el desarrollo de la producción arrocera comenzó en los años de la Revolución a partir de 1967, por preocupación del propio Fidel, y fue en 1986 cuando se logró el récord productivo de 538 600 toneladas de arroz.

Con el periodo especial la política fue tratar de salvar la cadena productiva, aunque el deterioro fue inevitable. Luego la sequía entre 2003 y 2006 frenó el Programa de desarrollo y como consecuencia se paralizaron las inversiones en la agricultura y en la industria. En 2009 comenzaron las inversiones en maquinaria, la recuperación de secaderos y molinos que se pararon en algún momento, y se continuó trabajando en la construcción de silos metálicos para la conservación del arroz. Mas en 2010 la poca disponibilidad de agua y un grupo de factores subjetivos provocaron la aplastante caída productiva con la cifra de 86 000 toneladas.

La nefasta experiencia puso a las autoridades a reflexionar hondamente sobre esa realidad y a remontar lo sucedido con una mirada estratégica, lo cual ha conducido a resultados palpables como los que muestra el coloso agroindustrial de Sur del Jíbaro. Orlando Linares, su director, expresó que cuentan con 109 bases productivas y más de 7 000 productores. “Los planes previstos en 2012 se cumplieron con 40 000 toneladas, con lo que se logró triplicar los resultados de hace dos años”.

En su opinión, no se pueden descuidar factores decisivos como la siembra escalonada, organizar bien la cosecha, y todos los procesos de forma general, y también evitar los picos de cosecha, que nos pueden afectar los parámetros del grano.

El productor cienfueguero Raido López es de los hombres que ha logrado romper todos los límites, con su resultado de 10 toneladas de arroz por hectárea, a partir de su participación en el proyecto de asesoramiento vietnamita. La fórmula: “Nada se puede violentar, hay que respetar la hora del fertilizante, la postura no puede sembrarse después de los 25 días y hay que tener todos los insumos disponibles. La cadena no se puede saltar. Siguiendo estrictamente la disciplina, no habrá problemas”, afirmó.

Sobre la garantía de las semillas, otro de los elementos que no puede fallar, el director general del Centro de Investigaciones de Grano del Minag, Telce A. González, añadió que se poseen más de 50 variedades genéticas, de las cuales 4 son las que más se utilizan por su tolerancia a la sequía, ante plagas y por ser resistentes a la salinidad.

“Ahora, dijo, incorporamos el tema de la nutrición, en variedades que tengan mayor contenido nutricional. Estamos también involucrados en hacer un cereal para niños con problemas de anemia y estamos en función actualmente del estudio del arroz híbrido. Todo ello en sintonía con esta proyección estratégica de la nación”.

Cuba se propone alcanzar en el 2016 una producción de 538 000 toneladas de arroz, de la cuales entregará al balance nacional 462 000, lo que representa el 66 por ciento de la demanda

Los pronósticos son coherentes con una política agroindustrial que ha privilegiado a este sector productivo, por ser parte de la dieta básica del cubano

El desarrollo de la producción arrocera comenzó en los años de la Revolución a partir de 1967, por preocupación del propio Fidel

El tiempo de cosecha no puede prolongarse, ya que el grano pierde su temperatura y su calidad, y así sucesivamente…

El camino para alcanzar el éxito en este renglón no depende solo de la voluntad

1 Comentario »

  • Hector Remedios dijo:

    No se entiende porque se produce una cantidad y se entregan casi 100000 tons menos.
    Ademas es importante que se publiquen estos comentarios en la prensa o enm tabloides .
    Los films que se acompañan son monotonos y no muestran todo lo que se puede hacer y se hace como las maquinas esopeciales uy otras cosas.No se dicen los precios de las maquinas ni lo que sale la tonelada de arroz producida en Cuba.
    Los productividades por Ha o sea Ton/ha que se pusieron en la mesa n ocoinciden con las de otros sitios web.Egipto da como 9 en casi todos los ludgares,Se puede aclarar esto

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