Puntos de vista sobre las modas y los modos en Cuba

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Modas y modos. Ese fue el tema que puso la Mesa Redonda a debate este viernes. Carmen Gómez, subdirectora de la Oficina Nacional de Diseño; Gladys Egües, Premio nacional de periodismo José Martí; y Jesús Frías, vicepresidente de Textiles de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas de Cuba (ACCA), fueron los expertos que hilvanaron el análisis.

En opinión de Carmen Gómez, este no es un asunto menor, porque la imagen que proyectan las personas con su forma de vestir es también parte del complemento de lo que expresan. Por eso es tan importante que cada quien reflexione en qué entorno va a actuar y a partir de ahí piense lo que llevará puesto, porque debe haber una coherencia en esto. A lo que Gladys Egües sumó que la imagen de una persona es su tarjeta de presentación y que a la gente le tomaba tiempo encontrar su propio estilo, pero que esto era algo en lo que se debía pensar.

El Vicepresidente de la ACCA destacó que a veces las personas descuidaban este aspecto porque tenían falta de orientación. Así por ejemplo, era frecuente que la juventud, que es la vanguardia de la moda, asumiera los vestuarios artísticos que ven que usan sus íconos en este mundo, algo que no tiene correspondencia con el vestuario social.

Gladys Egües subrayó que ese problema se daba porque estábamos en una época muy audiovisual y que por ello se extendían estas tendencias. Al tiempo que advirtió que toda persona lleva belleza, sea gorda o flaca, sea niña, joven, adulta o anciana, y defendió el concepto de que la moda es una industria y que por ello prefería hablar de la cultura del vestir. Según la experta, la modernidad no es sinónimo de chabacanería y la imagen está condicionada por las costumbres, la educación y la formación.

La Subdirectora de la ONDI apuntó que era un error creer que lo que se exhibe en las pasarelas es posible llevarlo, porque esto es un espectáculo, que tiene un nivel de experimentación y de pura creatividad, y la industria retoma de estos escenarios algunos códigos y los reinterpreta en lo que confeccionará para el uso cotidiano.

Sobre la ausencia de estos espacios y lo deprimida que está la industria textil en Cuba, reflexionó Jesús Frías, quien señaló que el país tuvo años de esplendor en esta materia, pero que ahora no vive una de sus etapas más felices.

De las transformaciones en los uniformes escolares por parte de los estudiantes, para ajustarlos a las tendencias de la moda, la viceministra del Ministerio de Educación, Margarita McPherson, expresó, vía telefónica, que esta era una violación al reglamento, ya que estas prendas estaban diseñadas para establecer un nivel de homogeneidad. Y que su uso correcto dependía de la exigencia de los padres, de la escuela y de las organizaciones estudiantiles. También puntualizó que se exigen medias claras o blancas y que estas no se lleven como tobillera.

Al mismo tiempo la Viceministra del Mined manifestó que se trabajaba con los maestros, ya que ellos deben ir adecuadamente vestidos, con un porte y aspecto coherente con la actividad que desarrollan.

El diseñador Ignacio Carmona, durante una entrevista, reforzó la visión de que en todos los países del mundo se es exigente con el respeto de las normas del uso del uniforme. Y comentó que su correcto uso no debía solo circunscribirse a la escuela, sino también fuera de ella, porque ello simbolizaba el respeto a la Educación Cubana. Este experto además consideró que cada persona era un diseñador, ya que cada vez que nos vestimos estamos realizando esta actividad.

Jesús Frías acotó que en cuanto al uniforme hay que monitorear los moldes y las tallas, pero si cada estudiante arbitrariamente lo modificaba a su gusto, entonces no iba a ser una prenda uniforme.

Carmen Gómez añadió que el uniforme puede renovarse a nivel de patronaje y moldes, pero no en su concepto, como respaldo al elemento formativo. Incluyó en su análisis que aunque la decoración sea un instinto natural del individuo, estos no son elementos que deben llevarse con el uniforme.

Sobre el decorado, precisó que en el caso del tatuaje puede llegar a ser seductor en determinados lugares, pero que esta invasión al cuerpo puede generar problemas de salud. A lo que Gladys Egües acotó que la salud también era belleza y que todo lo que atentara contra ella iba a ser un problema.

Jesús Frías, en este momento del debate, hizo énfasis en que la vestimenta no era el único patrimonio de la moda, y en su conceptualización dijo que aunque tenía una dimensión frívola en el orden comercial para los grandes públicos, también era expresión de cultura y de tradición.

La Subdirectora de la ONDI, en esta cuerda de pensamiento, aportó que la moda era un fenómeno colectivo y efímero, y en este último aspecto se detuvo en que se trabajaba para ciclos cortos y largos, y que solo perdía su valor simbólico cuando cambiaban las tendencias.

Al mismo tiempo dijo que en nuestro país era importante que a la vez que se construye un modelo social se edifique un modelo material, y precisó que cualquier variante de orientación tiene que tener un respaldo material.

Detrás de la moda, destacó Jesús Frías, hay un fuerte componente económico, y hoy contamos con el capital humano para generar nuevas propuestas en la que se conjuguen las tendencias del patio y las foráneas, pero que había que revitalizar toda una estructura que en los años 80 teníamos.

Carmen Fiol, entrevistada para este espacio, acuñó que en materia de moda era preciso no descuidar el entalle, la formación del cuerpo y que este era un país tropical, por lo que hacía falta más algodón y más bambula, para hacer confecciones más coherentes con nuestro clima.

La Premio nacional de periodismo José Martí, Gladys Egües insistió, en que hay que revisitar las cosas que hicimos por la funcionalidad y la creatividad que desplegamos en tiempos de mayor esplendor económico y acondicionarlas al momento actual.

Modas y modos. Ese fue el tema que puso la Mesa Redonda a debate este viernes

Carmen Gómez añadió que el uniforme puede renovarse a nivel de patronaje y moldes, pero no en su concepto, como respaldo al elemento formativo

De las transformaciones en los uniformes escolares por parte de los estudiantes, para ajustarlos a las tendencias de la moda, también se habló

Gladys Egües subrayó que ese problema se daba porque estábamos en una época muy audiovisual y que por ello se extendían estas tendencias

Jesús Frías, en este momento del debate, hizo énfasis en que la vestimenta no era el único patrimonio de la moda, y en su conceptualización dijo que aunque tenía una dimensión frívola en el orden comercial para los grandes públicos, también era expresión de cultura y de tradición

1 Comentario »

  • Yayi dijo:

    Hola, yo no se si esto tiene que ver mucho sobre el tema de las modas o los modos, solo se que en el mundo y aqui en Cuba los artistas estan en la mira de observación de los jóvenes y adolescentes, para seguir su forma de vestir e incluso el modo de comportarse, por estas razones, cada artista debe estar comprometido con su comportamiento, y no hacer nada que pueda comprometer su figura. Y esto lo digo porque hace poco vi en mi casa un video de la Charanga Habanera en un espectaculo en el extranjero, y me quede muy avergonzada de los bailes en el escenario con cubanas residentes en eso paises, que daba al mundo una imagen de las cubanas deplorable, y eso me ofendio como mujer y cubana. Porque esos son los artisatas que representan el arte cubano en el mundo. Por favor, se deberian tomar medidas con hechos de esta índole, para que no vuelvan a ocurrir.

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