Cuba es mestiza

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

¿De donde venimos según la información genética estudiada? ¿Es posible establecer con precisión los límites en el calor de la piel de los cubanos? ¿Tiene fundamento hablar en términos de raza? Estas y otras muchas interrogantes sobre el origen de la población cubana, según la información genética obtenida a partir de investigaciones del ADN, y su valor para otras disciplinas científicas, guiaron el panel de la Mesa Redonda de este miércoles.

La Doctora Beatriz Marcheco explicó que aunque el propósito primario de esta investigación fue determinar factores de riesgo para la demencia basados en variaciones del ADN, sus resultados trascienden ese objetivo y la ciencia médica, para proyectarse hacia áreas socioculturales de gran importancia para la identidad cubana, para la lucha contra discriminaciones y exclusiones. Si étnica y culturalmente somos un pueblo mestizo, independientemente del color de la piel, la presencia de genes ancestrales europeos, africanos y nativo-americano-asiáticos en nuestro genoma es una prueba de que biológicamente también lo somos, y quizás lo sea todo el género humano, debido a las incesantes mezclas que se han producido desde tiempos inmemoriales.

El color de la piel, dijo, es a menudo erróneamente interpretado como sinónimo de raza. Al ser uno de los fenotipos más variables en los seres humanos, es descrito, por lo general, según la apreciación a simple vista, del observador, que la realiza, casi siempre, a individuos vestidos. Sin embargo, se ha demostrado que la exposición a los rayos ultravioletas produce cambios en el contenido de melanina en las áreas del cuerpo expuestas al sol comparadas con las zonas no expuestas, en las que este rasgo no se modifica por influencias ambientales.

La experta añadió que la investigación permitió conocer cómo está expresada en nuestro genoma la mezcla de las etnias ancestrales que dieron origen a la población cubana y qué dicen los genes acerca de nuestro mestizaje. Con este propósito fueron estudiadas 531 personas, residentes en la ciudad de La Habana y la provincia de Matanzas, cuyos padres y abuelos procedían de todas las provincias del país y aun de países como España, Jamaica, China, Puerto Rico, Turquía, Siria y Colombia.

El estudio del mestizaje, comentó, fue realizado a través de marcadores que exploran esta información directamente en el ADN. La muestra estuvo compuesta por individuos de 65 años o más, que es la edad a partir de la cual la demencia es más frecuente. El 67 por ciento de las personas estudiadas fueron mujeres y el 46 por ciento de los participantes tenía entre 65 y 74 años y el otro 54 por ciento contaba con 75 años o más.

Para la muestra en general, o sea, las 531 personas, sin distinción de color de la piel, la proporción del mestizaje fue la siguiente: como promedio, el 73,8 por ciento de los genes ancestrales fueron de origen europeo, 16,8 por ciento de origen africano y 9,4 por ciento de origen nativo-americano.

Según la pigmentación epidérmica, destacó la especialista, se manifestó de la siguiente manera: en las personas analizadas dentro del grupo de los de piel blanca, el 91 por ciento de sus genes ancestrales fue, como promedio, de origen europeo y 5,8 por ciento de origen africano. Sin embargo, individualmente, la cantidad de genes europeos va desde el 24,4 por ciento hasta el 98,7 por ciento, mientras que la proporción de genes africanos oscila desde el 0,7 por ciento hasta el 72,7 por ciento.

Los individuos de piel negra mostraron, como promedio, que el 45 por ciento de sus genes ancestrales son de origen europeo y el 49,6 por ciento son de origen africano. Por su parte, los individuos de piel mestiza mostraron, como promedio, que el 64 por ciento de sus genes ancestrales son de origen europeo y que el 28,6 por ciento son de origen africano.

En su opinión, los resultados de esta investigación reafirman cómo raza y pensamiento racial están interiorizados a través de prácticas sociales repetidas que entrenan a las personas para interpretar de cierta manera el mundo que las rodea, y estas prácticas están profundamente arraigadas. Estos elementos sugieren que raza es un concepto construido socialmente, con un sistema de estratos no argumentado por diferencias naturales o biológicas.

El Doctor Jesús Guanche hizo hincapié en que el patrimonio genético de nuestra población tiene en su base una composición histórica, ya que cuando llegaron los españoles de diez, ocho eran varones. Y la mayoría de ellos se reproduce en Cuba, a partir de las poblaciones de origen africana, aborigen y china que comenzó a poblar la Isla. Los archivos parroquiales, enfatizó, evidencian que había una población autóctona temprana que contribuyó al fondo genético del país.

El experto llamó la atención sobre el hecho de que a nivel de biotipo en Pinar del Río no parece que hubiera una base tan fuerte indoamericana, lo que también reafirma la mixtura que existe en todo el territorio.

Miguel Barnet, presidente de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba, precisó que ese factor que se llama raza, es un elemento de integración en Cuba. “Las características fenotípicas y las diferencias que tenemos lo que ha enriquecido nuestra composición. Fernando Ortiz hablaba en El engaño de las razas, que justamente el mestizaje de nuestro pueblo nos hacía más ricos. Y yo pienso que se puede hablar en términos de raza por su utilidad académica, pero yo soy de la raza humana”.

El Doctor Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba, explicó que si vamos a Fernando Ortiz también vamos a Martí, quien tuvo debates definitorios sobre lo relacionado con las razas.

En su criterio, el problema alrededor de este concepto está en cuando se pretendió ordenarla de acuerdo a criterios superiores o menores. Algo que se hizo con intención para hablar de civilización o de barbarie, y que estuvo en la fundamentación de la sociedad que se quería.

Antes, expresó, existía en Cuba la discusión sobre la inferioridad de las razas, por ello Martí advertía que el prefería hablar de la falsa erudición y de la verdadera naturaleza. En el caso del concepto afrodescendiente, este surgió para eliminar los términos discriminatorios, pero si vamos al concepto literalmente, todos los cubanos somos afrodescendientes.

La Doctora Beatriz Marcheco insistió en que el color de la piel ha sido el criterio más utilizado para hablar de raza, pero en el caso de Cuba ese límite se tiende a borrar, porque las tonalidades son diversas y debemos luchar contra el fantasma de la raza porque es irreal y cruel. “La biología acaba de demostrar que no hay uno de nosotros que no tenga un gen afrodescendiente”.

¿De donde venimos según la información genética estudiada? ¿Es posible establecer con precisión los límites en el calor de la piel de los cubanos?

La Doctora Beatriz Marcheco explicó que aunque el propósito primario de esta investigación fue determinar factores de riesgo para la demencia basados en variaciones del ADN, sus resultados trascienden ese objetivo y la ciencia médica

Los individuos de piel negra mostraron, como promedio, que el 45 por ciento de sus genes ancestrales son de origen europeo y el 49,6 por ciento son de origen africano

El Doctor Jesús Guanche hizo hincapié en que el patrimonio genético de nuestra población tiene en su base una composición histórica

El Doctor Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba, explicó que si vamos a Fernando Ortiz también vamos a Martí, quien tuvo debates definitorios sobre lo relacionado con las razas

2 Comentarios »

  • Antonio J. Martinez dijo:

    Muye buena mesa redonda aunque desproporcionadas intervenciones y alguna expresiones nada saludables como las rasgos finos y rasgos toscos. Son expresiones que reflejan el fondo de prejuicios que subyace en los cubanos y cubanas. Es lo mismo que aquello de pelo malo y pelo bueno.

    A pesar de la ausencia de grupos nativo-americanos en la Cuba actual, los resultados demuestran la persistencia de sustrato indígena en los linajes maternos en la población cubana, en contra de la hipótesis que afirma que el acervo genético ancestral de la isla había desaparecido por completo tras siglos de mezcla intensiva. Pese a que la población cubana nativa fue diezmada poco después de la llegada de los europeos, una destacable fracción de linajes maternos indígenas está todavía presente en la isla

    Este resultado concuerda con documentos históricos, que constatan una importante presencia de mestizos amerindio-europeos durante las primeras generaciones después de la conquista. Los colonos europeos eran mayoritariamente hombres y era habitual que tuvieran descendencia con mujeres amerindias. Similar resultado de asimetría sexual ha sido descrito previamente en otras poblaciones latinoamericanas y caribeñas- En cuanto al componente africano, es destacable la fuerte asimetría sexual entre las frecuencias de haplogrupos del ADNmt y el cromosoma Y. Siendo los haplogrupos africanos los más frecuentes en los linajes maternos. A pesar de que fueron muchísimos los africanos llevados a Cuba, los esclavos nacidos en África presentaban unas elevadísimas tasas de mortalidad y un ratio sexual desfavorable. Además, desde el principio del comercio de esclavos, los mulatos eran considerados inferiores en la sociedad cubana colonial de manera que la descendencia entre hombres africanos y mujeres europeas estaba fuertemente desfavorecida. En cambio, era bastante habitual que las mujeres esclavas africanas (principalmente esclavas domésticas) tuvieran descendencia con sus amos europeos.

    La completa extinción de los nativos cubanos se ha dado históricamente por hecho. Este estudio demuestra que a pesar de siglos de mezcla entre gente de diferentes continentes, el sustrato nativo amerindio persiste hoy en día en Cuba. Además, se ha descrito una importante asimetría sexual tanto europea/amerindia como europea/africana entre la ascendencia materna y paterna de Cuba.

  • Antonio J. Martinez dijo:

    Existe un legado cultural y biológico de nuestra población autóctona que es ignorado, que es olvidado, y para muchas personas somos el origen de las mezclas de personas y culturas europeas y africanas, lo cual es un error que muchos de los antropólogos cubanos venimos señalando desde hace décadas.
    Deseo alertar a la moderadora que evite el uso de términos como rasgos finos, toscos, pues estos son reflejo de los prejuicios y estereotipos raciales que están aun presentes en nuestras mentes y tienden a inferioriza a las otras personas. Es algo similar a la expresión de “pelo malo y pelo bueno”

    Respeto los criterios expresados por Julio Soto Angurel, pero estos denotan total desconocimiento de los principios elementales que actúan en las dinámicas de las poblaciones humanas. El mestizaje en Cuba ha sido demostrado ya por numerosos trabajos e investigaciones. Cuba es un verdadero crisol donde se han amalgamado personas y culturas de los más diversos lugares del planeta.
    Pare algo de ciencia ficción esta idea de que la Seguridad del Estado este detrás de esta dinámica del mestizaje, como dije anteriormente los documentos antropológicos, históricos, parroquiales, etc. de Cuba muestran este mestizaje desde siglos atrás.
    Los interesados en recibir el boletín Antropológicas de la Cátedra de Antropología de la Universidad de La Habana pueden escribir a ajmf@bio.uh.cu Hay diversos números que discuten esta problemática con datos científicos.
    Las razas biológicas no existen en la especie humana, son construcciones socioculturales que estigmatizan otras personas, otros pueblos y otras culturas.
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    Mis disculpas por la insistencia sobre el valor de esta investigación dada a conocer en el día de ayer.
    Pero a pesar de la ausencia de grupos nativo-americanos en la Cuba actual, los resultados demuestran la persistencia de sustrato indígena en los linajes maternos en la población cubana, en contra de la hipótesis que afirma que el acervo genético ancestral de la isla había desaparecido por completo tras siglos de mezcla intensiva. Pese a que la población cubana nativa fue diezmada poco después de la llegada de los europeos, una destacable fracción de linajes maternos indígenas está todavía presente en la isla
    Este resultado concuerda con documentos históricos, que constatan una importante presencia de mestizos amerindio-europeos durante las primeras generaciones después de la conquista. Los colonos europeos eran mayoritariamente hombres y era habitual que tuvieran descendencia con mujeres amerindias. Similar resultado de asimetría sexual ha sido descrito previamente en otras poblaciones latinoamericanas y caribeñas- En cuanto al componente africano, es destacable la fuerte asimetría sexual entre las frecuencias de haplogrupos del ADNmt y el cromosoma Y. Siendo los haplogrupos africanos los más frecuentes en los linajes maternos. A pesar de que fueron muchísimos los africanos llevados a Cuba, los esclavos nacidos en África presentaban unas elevadísimas tasas de mortalidad y un ratio sexual desfavorable. Además, desde el principio del comercio de esclavos, los mulatos eran considerados inferiores en la sociedad cubana colonial de manera que la descendencia entre hombres africanos y mujeres europeas estaba fuertemente desfavorecida. En cambio, era bastante habitual que las mujeres esclavas africanas (principalmente esclavas domésticas) tuvieran descendencia con sus amos europeos.
    La completa extinción de los nativos cubanos se ha dado históricamente por hecho. Este estudio demuestra que a pesar de siglos de mezcla entre gente de diferentes continentes, el sustrato nativo amerindio persiste hoy en día en Cuba. Además, se ha descrito una importante asimetría sexual tanto europea/amerindia como europea/africana entre la ascendencia materna y paterna de Cuba.

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