Estados Unidos y Afganistán: un acuerdo con varios desacuerdos

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Washington y Kabul llegaron a un entendimiento parcial sobre una presencia militar norteamericana en Afganistán después de 2014, lo que han nombrado como Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, por sus siglas en inglés). En el texto, en el que ambos países trabajan desde hace 11 meses, se deben definir las modalidades de la presencia estadounidense en Afganistán cuando termine la misión de combate de la OTAN, a fines de 2014, así como el número de bases norteamericanas en ese país y el estatus de los soldados de Estados Unidos en la zona.

Uno de los temas más controversiales ha resultado el asunto de la inmunidad de los soldados norteamericanos, ya que Washington exige que sus soldados acusados de crímenes en Afganistán sean juzgados por jurisdicciones estadounidenses y no afganas. Sin embargo, el presidente Karzai no pretende responsabilizarse con esta aprobación e indicó que el tema será sometido a la Loya Jirga, la gran asamblea de jefes tribales y representantes de la sociedad afgana.

Otro asunto que ha despertado disenso es el de las demandas de los estadounidenses para llevar a cabo operaciones militares unilaterales contra los insurgentes. “No habrá operaciones o acciones arbitrarias por parte de los estadounidenses y habrá garantías escritas en cuanto a la protección de la vida y de los bienes de los afganos”, indicó el mandatario Karzai.

En la Mesa Redonda de este lunes, el experto Jorge Luis Rodríguez, del periódico Juventud Rebelde, explicó que este es un acuerdo que ha enfrentado muchas discrepancias. “La OTAN dice que necesita esa cobertura legal para reforzar su presencia, estamos hablando de una presencia militar con unos 10 mil o 15 mil soldados hasta 2024, y nadie sabe que si prolongaría mucho más. El otro punto esencial que se debate es la presencia de bases militares norteamericanas -se habla de 10 enclaves con estas características”.

Según su criterio, el presidente afgano, Hamid Karzai, se opone a la firma porque sabe que será visto como quien entregó el país a Occidente, ya que en este territorio hay una fuerte tradición contra los países extranjeros que tratan de imponer sus designios. “Estados Unidos dijo que prometía no atacar, salvo en condiciones extraordinarias cuando la vida de un soldado esté en peligro, por lo que no está diciendo que no habrá allanamiento. Y Karzai dice que ese es un acuerdo que debe tomarse después, porque como en abril de 2014 habrá elecciones, quiere traspasarle esa responsabilidad al nuevo presidente”.

Este es un acuerdo, dijo Jorge Luis Rodríguez, que supone además un aumento de la tecnología militar. “Contradictoriamente se va a hacer un uso mayor de drones, esto tiene que ver con la manera en que están planificando los nuevos conflictos, porque no quieren seguir perdiendo vidas humanas. Actualmente se calcula que Estados Unidos tiene unos 8 mil drones, y se reporta que hay unos 70 países que pretenden acceder a estos aviones no tripulados”.

Sobre la violencia, precisó que va a continuar, porque “no ha fructificado un acuerdo para llega a la paz, con este acuerdo puede que las cosas empeoren, porque el Talibán dijo que lo rechaza”.

Con este Acuerdo Bilateral de Seguridad, Estados Unidos y la OTAN, además de pretender posicionarse más sobre los recursos económicos de este país, persiguen geopolíticamente vigilar más a Paquistán e Irán, comentó Jorge Luis Rodríguez.

CONFLICTO ISRAELO PALESTINO

La Mesa Redonda de este lunes también dialogó con Nayef Hawatmeh, secretario general del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, quien nos puso al corriente de la situación que vive actualmente su pueblo y ofreció su visión sobre hacia dónde conducen las negociaciones que se reanudaron desde julio.

“Estas se producen como una continuidad de las viejas negociaciones que se hacen desde hace 21 años, pero van a un callejón sin salida porque se han producido sin tener como referente las resoluciones de las Naciones Unidas, y sin que se produzca el cese de la ocupación. Para que sea una negociación efectiva consideramos que tiene que hacerse sobre nuevas bases, sobre políticas jurídicas determinadas por las bases de la ONU.

“El 29 de noviembre de 2012 se reconoció al pueblo palestino en la ONU como Estado y se permitió el regreso de los refugiados, por lo que debemos ir por una nueva vía, y bajo el auspicio de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y del Secretario General.

“Este importante reconocimiento fue abrumador, unos 179 países estuvieron a favor de que Palestina fuera considerado un Estado, solo no lo aceptaron Estados Unidos, Israel, República Checa y Canadá. Desde entonces somos un Estado Observador en la ONU y creo que debemos seguir avanzando, de manera tal que Israel tenga nuevas presiones internacionales, solo así se abrirán nuevas perspectivas y nuevos horizontes para nuestro pueblo, sobre la base del derecho internacional.

“Nuestro sueño mayor es lograr la autodeterminación, con las fronteras que teníamos hasta el 4 de junio del 67. Esas negociaciones que se han desarrollado han fracasado, por lo que debemos adoptar una nueva vía, con la mediación de la ONU. En los próximos meses, cuando concluyan las negociaciones, como ha acordado John Kerry con las autoridades palestinas e israelíes, se constatará que no se llegará a nada positivo y no se alcanzará ningún resultado, ya que Israel continúa con su política de ocupación en los territorios de Cisjordania.

“Nuestro país desde el año 1967 está bajo ocupación isralí, quien con la fuerza de las armas ocupó territorios que no le pertenecían. Desde el año 1967 nos agreden, confiscan nuestras tierras, construyen miles de viviendas… ellos están tratando de cambiar la demografía del territorio, además de ocasiones miles de víctimas, y cientos de huérfanos y viudas. Diariamente ellos asesinan, detienen a los palestinos: ahora hay más de 5 mil palestinos en sus cárceles, violan los derechos e irrespetan las resoluciones de la ONU, incluyendo la que nos reconoció, ellos siguen adoptando una postura colonialista. Pero no nos plegaremos, desde hace 45 años desarrollamos la lucha de resistencia y nos percatamos que esto implica un gran sacrificio ya que hay una gran diferencia en la correlación de fuerzas.

“Vinimos a solidarizarnos con la Revolución Cubana y con todas las fuerzas progresitas y revolucionarias de América Latina, y desde ya estamos celebrando los 55 años de la Revolución Cubana, ya que siempre los tenemos como apoyo, puntal y fuente de inspiración. Saludamos en este bendito aniversario al pueblo de Cuba y a los de América Latina, porque estamos convencidos de que esa gran resistencia de Cuba le ha dado un gran ejemplo al mundo”.

Washington y Kabul llegaron a un entendimiento parcial sobre una presencia militar norteamericana en Afganistán después de 2014, lo que han nombrado como Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, por sus siglas en inglés)

Uno de los temas más controversiales ha resultado el asunto de la inmunidad de los soldados norteamericanos, ya que Washington exige que sus soldados acusados de crímenes en Afganistán sean juzgados por jurisdicciones estadounidenses y no afganas

En la Mesa Redonda de este lunes, el experto Jorge Luis Rodríguez, del periódico Juventud Rebelde, explicó que este es un acuerdo que ha enfrentado muchas discrepancias

"El presidente afgano, Hamid Karzai, se opone a la firma porque sabe que será visto como quien entregó el país a Occidente, ya que en este territorio hay una fuerte tradición contra los países extranjeros que tratan de imponer sus designios"

Con este Acuerdo Bilateral de Seguridad, Estados Unidos y la OTAN, además de pretender posicionarse más sobre los recursos económicos de este país, persiguen geopolíticamente vigilar más a Paquistán e Irán, comentó Jorge Luis Rodríguez

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