Ciego de Ávila: no es solo buena la tierra

Los procesos agroindustriales en Ciego de Ávila, desde 2001, experimentan transformaciones que han redimensionado las ganancias y resultados de las diversas estructuras.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Internet

Los procesos agroindustriales en Ciego de Ávila, desde 2001, experimentan transformaciones que han redimensionado las ganancias y resultados de las diversas estructuras. Desde ese año, comenzaron a articularse nuevas prácticas vinculadas con el perfeccionamiento empresarial, las cuales tuvieron por primeros resortes los incentivos que se evidenciaron en su fuerza laboral.

También la Resolución 17 les ha permitido potenciar el sector empresarial, ya que se pueden aplicar varios sistemas de pagos, siempre y cuando la correlación trabajo medio- productividad no se afecte, al tiempo que, según Wilver Bringas, director de la empresa Ceballos, se pueden quedar con un por ciento de las utilidades.

Explicó que en esa empresa, que antes se dedicaba totalmente al cultivo de los cítricos, a partir de 1997 comenzaron a diversificarlos, y en 2012 se integró la industria al polo productivo, y se llega hasta el cliente final, porque cuentan hasta con su propia comercializadora.

La empresa Ceballos, argumentó, es líder en las exportaciones de productos industriales. Por lo que le han dedicado unos 15 millones de pesos a las inversiones en la modernización de estos procesos. “En el plan financiero le dedicamos el 50 por ciento a una nueva línea de producción industrial de tomate”.

Norevis Gallo, al frente de la producción azucarera en ese territorio, ahondó en que en 2011 surgió la Empresa Azucarera de Ciego de Ávila, la cual ha contado con un crecimiento de sus indicadores económicos. “Hoy los salarios de los trabajadores superan mensualmente más de 1 400 pesos y en la industria llega a ser un poco más”.

Comentó que la Resolución 17 constituye una oportunidad para que se fortalezca la empresa estatal socialista. “Permite el salario a destajo, a partir de los resultados que se logren. Y en nuestro caso la producción de azúcar es el indicador formador del salario”.

En su intervención resaltó que se ha podido ver cuántas reservas quedan, y las fortalezas principales se evidencian en los niveles de productividad que se han logrado.

Carlos Blanco,  director de Cultivos Varios, añadió que hoy cuentan con más de 20 cultivos en unas 7 100 hectáreas, en las cuales trabajan la tierra varias formas de gestión productiva, aunque el Estado tiene las mayores áreas (69 por ciento) y asesora a los demás en la parte técnica y les contrata sus producciones para abastecer a más de 200 instalaciones turísticas.

Comentó que La Cuba desde el 2001 ha aumentado sus producciones y sus rendimientos. También asumieron 2 600 hectáreas que antes pertenecían al azúcar y las limpiaron de marabú y le pusieron más de siete riegos. Hoy aspiran dedicar toda esta extensión de tierra a la producción de frijoles.

El principal encargo estatal que tienen, dijo, es la producción de frijol y de maíz. Además, contribuyen con la producción de plátano, ya que el 95 por ciento de esta fruta ellos se la garantizan al sector turístico.

Sobre la Resolución 17, destacó que genera mayor eficiencia, ya que el salario está directamente relacionado con los logros que obtengan. “Nosotros en la empresa estuvimos dos meses penalizados, cobrando solo 225, porque teníamos problemas en la economía”. Ejemplo que grafica cómo cualquier irregularidad y mal trabajo también afecta sus bolsillos.

Norevis Gallo, al frente de la producción azucarera en la provincia avileña, precisó que “no podemos ver en la Resolución 17 una amenaza, sino una oportunidad. Antes solo se podía estimular a los trabajadores hasta un 30 por ciento, y hoy no existe un límite, todo depende del límite de sus resultados. En la producción de azúcar depende de los rendimientos potenciales de la caña, de las variedades y aprovechamiento de las capacidades industriales”.

Wilver Bringas se detuvo en que no obstante, hay que ser cuidadosos con los gastos para mantener el margen de los resultados. “Nosotros tenemos relaciones contractuales con otras empresas y esto es otra gran oportunidad”.

El año pasado, aclaró, se vio más pasta de tomates en la red minorista de mercados porque se molieron unas 18 mil toneladas y unas 3 mil toneladas fueron de pasta. “Se cumplieron los contratos establecidos, y el resto estuvo disponible en los mercados”.

En la actualidad, como han presentado problemas con el envase de la lata de 3,2 kilogramos, han buscado alternativas con el envase en tanques y con las minindustrias.

Orlando José Pérez, delegado provincial de la Agricultura en Ciego de Ávila, puso énfasis en que se dedicaron unos 30 millones en función del desarrollo del polo de la empresa La Cuba, lo cual ha beneficiado el combinado de cítricos en líneas de producción, los secaderos y molinos de arroz…

Sostuvo que la provincia tiene diversas prioridades estatales con la producción de arroz, de maíz, de frijoles, de carnes de cerdo y bobina, de huevos, de tomate y de la miel de abeja. “Tenemos varias funciones estatales que tienen un impacto en los resultados económicos del país”.

Hizo énfasis en que el territorio cuenta con 58 mercados y 62 puntos de venta, en los que se han propuesto mantener unas cuatro variedades de vianda como mínimo, una hortaliza y dos tipos de frutas.

Puntualizó que el sector cuenta con una fuerza estable, y que insisten en que no puede haber plantillas infladas, porque estas te deterioran los resultados. “Y cuando en un primer momento el polo turístico pareció una amenaza por la tentativa de trabajo en ese sector, hoy significa una gran oportunidad, por los encadenamientos productivos que se han logrado”.

Entre los desafíos que situaron en el desarrollo de La Cuba, mencionaron el aumento de los rendimientos agrícolas, que no son bajos, pero pueden ser mejores, por ejemplo en el caso del maíz y del frijol. Además de que tienen que seguir invirtiendo.

En el caso del azúcar, situaron la cobertura del área cañera, incrementar las inversiones y llegar a los 150 días de zafra en la industria.

El Delegado de la Agricultura en Ciego de Ávila manifestó que también hay que disminuir los consumos de agua en la agricultura, mejorar los rendimientos, ser más eficientes en el uso de los biofertilizantes, eliminar los focos contaminantes de la producción porcina y superar los problemas que aún presentan en la contratación.

La empresa Ceballos, argumentó, es líder en las exportaciones de productos industriales.

Entre los desafíos que situaron en el desarrollo de La Cuba, mencionaron el aumento de los rendimientos agrícolas, que no son bajos, pero pueden ser mejores, por ejemplo en el caso del maíz y del frijol.

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