Con acumulados significativos en varias localidades, las lluvias bañan nuevamente hoy a esta provincia cubana, salpicada también en días pasados por la caída de granizos como preludio del verano.

Los aguaceros se sintieron con mayor fuerza en esta ciudad, donde los pluviómetros registraron 82,8 milímetros en 24 horas hasta las 8.00, hora local.

Valores similares se constataron en Viñales, con 80 milímetros en igual período.

Aunque la lluvia no alcanza aún la categoría de localmente severa, sí tenemos reportes de importancia, por los efectos de una onda tropical que interactúa con una vaguada situada en el sureste del golfo de México, explicó a Prensa Latina Juan Miguel Díaz, experto del grupo de pronósticos del tiempo.

No obstante la intensidad de los chaparrones de julio, las estadísticas revelan que en similar etapa de 2010 fueron más abundantes.

Desde mediados de mayo, los habitantes del occidental territorio, frecuentemente azotado por los huracanes, han presenciado, además, espectáculos de granizos, un fenómeno típico de la temporada estival.

La novedad es que las granizadas, ligadas a las tormentas eléctricas, han ocurrido en forma simultánea en varios sitios de la región, aseveró el meteorólogo, Raúl Vargas.

El llamativo suceso, distinguido por la inesperada llegada de los granitos helados, es recibido con beneplácito por los pinareños siempre que al caer no provoquen daños sobre cultivos, techos u otras superficies, subrayó.

(Con información de Prensa Latina)