El peso de los productos, libras o kilogramos

¿Si me vendes en libras por qué me pesas en kilogramos?

¿Si me vendes en libras por qué me pesas en kilogramos?

Hace días escuché en el Mercado Agropecuario de Tulipán una señora que preguntaba al vendedor: ¿Si me vendes en libras por qué me pesas en kilogramos? ¿De qué sirve que la pesa esté perfectamente calibrada y el resultado en kilogramos, cuando el producto no se ofrece en esa unidad de medida? Y afirmaba: el desconocimiento de la razón de conversión de una medida a la otra, o mejor dicho, la necesidad de convertir, ayuda al empleado deshonesto a robarte en la pesa.

Aquel hombre quedaba sin respuesta antes las interrogantes de su compradora. Mas ella tenía toda la razón, pues actualmente muchos de los productos que compramos los cubanos en plazas y mercados, tanto los normados como los liberados, son objeto de este problema, lo que demuestra que esas entidades deberían ser un eslabón esencial en la estrategia de mejoramiento del sistema de metrología, normalización y control de la calidad en el país.

¿Cómo se pesa en Cuba? ¿Qué pasa con las unidades internacionales de medida en nuestros establecimientos?¿Cuáles son las normas que rigen en el país? ¿En qué esferas se aplica la Metrología? ¿Cómo se forman especialistas para esta materia en Cuba?

En Cuba, la Metrología está dirigida a respaldar las mediciones que intervienen en todos los sectores de la economía y la sociedad y en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución se pone de manifiesto la importancia e interés concedido por la dirección del país a la elevación de la calidad de la producción y los servicios en todos los sectores de forma integradora.

Tal como declararon varios especialistas en el espacio televisivo Mesa Redonda, aunque se avanza en esta materia, todavía se acumulan insatisfacciones y no pocas dificultades debido sobre todo a los efectos nocivos de las incorrectas mediciones en la red comercial interna,con repercusión en la protección al consumidor.

El profesor Antonio López, director del Instituto Nacional de Investigaciones en Metrología, explicó que en Cuba para eliminar ambigüedades en el cálculo de kilogramos a libras —y perfeccionar otras cuestiones relacionadas con la metrología— se adoptó en 1982 el DecretoLey No. 62 “De la implantación del Sistema Internacional de Unidades (SI)”, que contempla siete unidades de medida básicas (metro, kilogramo, segundo, ampere, kelvin, mole, candela) y dos suplementarias (radián y estereorradián) y que ello tiene como antecedente una conferencia que se desarrolló sobre el tema en París en 1975.

El mercado en CUC, dijo, está montado en el sistema internacional de medidas, porque se hizo un grupo de inversiones tecnológicas que lo permiten. Sin embargo, el comercio minorista arrastra un sistema de medidas que favorece los errores. “Para superar esta situación se precisa de voluntad política y de una economía financiera que lo respalde”.

Manifestó también que la existencia de varios sistemas de unidades de medidas en el país trae errores, perdidas y confusión, ya que la población en sus compras tiene que hacer cálculos matemáticos y verificar el pesaje de sus productos. Igualmente, reiteró que la libra española es la que está vigente en el comercio interior nuestro, que tiene 460.093 gramos, pero para más efectividad se utiliza el  kilogramo, que posee 2.17 libras.

De ahí entonces se deduce que en Cuba predominen dos sistemas de unidades de medidas y que en muchas ocasiones se utilice para manipular y pueden tener fraude, como declaró el Director del Instituto Nacional de Investigaciones en Metrología, quien además comentó que a parte de una cultura sobre las unidades de medidas, en la nación se requiere de una economía que garantice toda la técnica necesaria con la que se despliega esta actividad.

Mediciones más confiables

No solo el lector Mario González tiene razón cuando planteaba que “la red comercial que atienda a la población tiene balanzas muy, pero muy envejecidas, que requieren pronta sustitución”. De los 40 mil instrumentos de medición que se utilizan en el país, el 82 por ciento de los instrumentos de medición que se emplean en el comercio interior (mayorista y minorista) son de tipo mecánico, la mayoría con un alto nivel de obsolescencia y grado de heterogeneidad (existen 51 marcas de más de 20 países, con 47 tipos de rangos de indicación diferentes); además, el 42, 8 por ciento de estos instrumentos no utilizan el Sistema Internacional de Unidades.

Todo ello indica, como explicó el ingeniero Fernando Arruza, Director de Metrología de la Oficina Nacional de Normalización, que muchos de esos instrumentos sean muy susceptibles al desajuste frecuente y a la manipulación, y es ahí donde ocurre el fraude en el pesaje, del cuales hablan los consumidores.

Además, añadió que en los establecimientos no se debe utilizar un instrumento que no esté verificado y que el ciudadano tiene el deber de no aceptar un producto despachado por una pesa que tenga su calibración debida.

Para resolver situaciones como las descritas anteriormente, desde 2012 el país trabaja en un programa de aseguramiento metrológico que prioriza la introducción de pesas digitales en el comercio minorista, por ser la medición de la magnitud masa el elemento que más incidencia negativa tiene para el consumidor.

En ese sentido, Fernando Arruza destacó que especial atención han merecido las tiendas de materiales de la construcción y los mercados Ideales. A las primeras se destinaron, en el 2012, instrumentos de medición para productos de pequeño pesaje (con capacidad de hasta 30 kilogramos); y en el 2013, básculas de hasta 60 o 150 kilogramos, de acuerdo con el nivel de actividad que tuviesen los establecimientos.

Apuntó que en los próximos años, de acuerdo a las capacidades que tenga la mayor de las Antillas, se requiere renovar y actualizar la base de patrones, así como la formación del personal que participa en ese servicio, y añadió que en la actualidad se hace necesario apostar por las herramientas de la normalización y la metrología, en beneficio de la calidad de vida de la población.

Cuba avanza en la Metrología

En Cuba, la metrología está dirigida a respaldar las mediciones que intervienen en todos los sectores de la economía y la sociedad,  como la energía, la salud, el comercio, la defensa y garantizar importantes programas para las exportaciones, la producción de alimentos, de medicamentos y otros que sustentan el desarrollo  (solo en el año precedente se realizaron más de medio millón de servicios metrológicos por técnicos y especialistas nacionales).

Además, en la actualidad adquiere dimensiones relevantes, porque es determinante para apoyar las tareas en que está enfrascada la nación para actualizar su modelo económico, como contribución a elevar la competitividad de su gestión, prestigio internacional y calidad de vida de la población.

Hoy se dispone de más de 4 000 normas cubanas, y más del 50 por ciento de estas se encuentran armonizadas con las internacionales, una base normalizativa importante para un país pequeño, que nos colocan en el segundo bloque de naciones con más nivel de armonización internacional, según expuso la Doctora Nancy Fernández Rodríguez, directora de la Oficina Nacional de Normalización.

René Antonio Fernández Infante, director de Normalización, precisó que hoy Cuba cuenta con 370 formas de gestión de calidad certificadas, 66 sistemas de gestión ambiental, y 36 sistemas de gestión de inocuidad de los alimentos, entre otros, y unos  56 productos cubanos con carácter exportable están certificados, aunque reconoció que lo logrado es insuficiente.

Hizo énfasis en que las normas hay que conocerlas primero para aplicarlas, y que en sentido general se observa un desconocimiento de estas en nuestro país.

Actualmente en el país existen 23 politécnicos involucrados en la formación de técnicos medios en metrología, normalización y control de la calidad. Solamente en este  curso se forman 703 estudiantes. En el caso de las universidades,  las carreras de ingeniería Mecánica, Química, Industrial y Eléctrica, que se estudian principalmente en la CUJAE, tienen contenidos de sus asignaturas relacionados con este tema.

Además existen maestrías y doctorados y desde hace dos años se comenzó a trabajar en las especialidades del sector de la Salud, por la importancia que requiere la Metrología en el mismo.

Sobre la formación de este personal, Fernández Rodríguez, puntualizó que quienes se gradúan de esta especialidad pueden trabajar en todas las empresas de comercio, hospitales, unidades que presentan servicios, y son esenciales para que las entidades puedan implementar los sistemas de calidad, acompañar los planes de producción, entre otras funciones.

Sin dudas, el principal logro del sistema metrológico cubano desde su fundación ha sido poder, con la infraestructura a su alcance, desarrollar a partir de la experiencia acumulada y de la profesionalidad de su equipo de trabajo, métodos de medición y soluciones alternativas en la verificación y calibración de los instrumentos cada día más precisos, urgidos por el país. Pero es kilométrico el reto que aún tenemos por delante.

(Tomado de CubAhora)

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