Machín: Este nuevo acuerdo reporta muchos beneficios tanto para Cuba como para los Estados Unidos (+ Video)

La Directiva General para EE.UU y otros importantes funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores comparecerán hoy en la Mesa Redonda.

La Declaración del Gobierno Revolucionario catalogaba la firma del nuevo acuerdo entre los gobiernos de Cuba y los EE.UU. como un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales, a la vez que informaba que con él se eliminaba la comúnmente conocida como política “pies secos-pies mojados” y el programa de admisión provisional (parole) para profesionales cubanos de la salud, que Washington aplicaba en terceros países.

Esta noticia tuvo un alto impacto dentro y fuera de la Isla, la eliminación de estas dos políticas se robaron todos los titulares de este 13 de enero en el mundo. De ahí que Gustavo Machín Gómez, subdirector general de Estados Unidos en la Cancillería cubana, precisara al inicio de la Mesa:

“Estamos hablando no de la eliminación de una política, sino de un nuevo acuerdo migratorio entre Cuba y los Estados. Es un acuerdo entre los dos gobiernos que si bien mantenemos los otros acuerdos de 1984, 1994 y 1995, establecemos muchísimas más cosas en función de ir regularizando las relaciones migratorias”, aclaró el funcionario.

Sobre los antecedentes de la Política de “pies secos-pies mojados” implantada unilateralmente por el gobierno de los Estados Unidos, el diplomático explicó: “Era un componente clave de la política migratoria de los EE.UU. hacia Cuba, altamente politizado, tal y como ha sido el tema migratorio en contra de nuestro país. Esta política, que se empieza a aplicar a partir del año 1995 implicaba la aceptación inmediata, automática, de todos los cubanos que llegaran a territorio estadounidense.

“Contradictoriamente esta política también tenía un segundo contenido que eran los llamados “pies secos-pies mojados”, que era aplicable para aquellos ciudadanos que eran intersectados en el mar y que sí eran devueltos a Cuba, en correspondencia con los acuerdos migratorios de 1994 y 1995”, aseveró.

Esta normativa era un estímulo a la emigración irregular, desorganizada e insegura, que ponía en riesgo la vida y la seguridad de los ciudadanos cubanos, una de las razones por las que Cuba siempre exigió que se levantara.

“No era solo los intentos de llegar irregularmente a los EE.UU., sino que se convirtió en un estímulo ante una serie de delitos conexos o delitos asociados que incluía el uso de la violencia en muchos casos o en los últimos meses los problemas que se estaban creando en varios países latinoamericanos, que eran utilizado como tránsito hacia los Estados Unidos. Además se estimulaba el tráfico y la trata de personas, la violencia, la falsificación de documentos, creando serios problemas de seguridad en los países por los cuales estaban atravesando”, comento Machín.

Esta noticia tuvo un alto impacto dentro y fuera de la Isla, la eliminación de estas dos políticas se robaron todos los titulares de este 13 de enero en el mundo.

El subdirector general de Estados Unidos recordó que nueve cancilleres latinoamericanos, de países que estaban siendo utilizados como tránsito hacia los Estados Unidos por los cubanos, “le escribieron una carta al Secretario de Estado demandando la eliminación de la política de pies secos-pies mojados y también pedían la eliminación del parole para los profesionales médicos cubanos”.

Insistió en que la normativa fue instituida con fines eminentemente políticos y que provocaba una serie de irregularidades: “estaba afectando la seguridad de nuestros ciudadanos y creando serios problemas en terceros países”, aseguró.

Aunque no es el único, indiscutiblemente, uno de los aspectos más significativos de este nuevo acuerdo migratorio es que el gobierno de los EE.UU. se comprometió de forma inmediata, a eliminar la aplicación de la política de pies secos-pies mojados.

“Cuba siempre ha dicho que para poder llegar a la normalización de las relaciones había que resolver una serie de temas pendientes, dentro de los cuales, la política migratoria, única hacia cubanos y altamente politizada, siempre fue conceptualizada como uno de los temas que tenían que ser solucionados para poder avanzar en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales”, apuntó el diplomático cubano.

Sin privilegios ni selectividad

A partir de este 12 de enero, los cubanos serán tratados al igual que todos los ciudadanos del resto del mundo en cuestión de leyes migratorias, aplicadas dentro del territorio estadounidense. La Declaración Conjunta quita un privilegio indebido y le da seriedad a los flujos migratorios entre dos países que trabajan por normalizar sus relaciones bilaterales.

“Como parte del acuerdo, el gobierno estadounidense se comprometió a devolver y el gobierno cubano a recibir a todos aquellos ciudadanos que sean detectados tratando de entrar o permanecer irregularmente en el territorio de los Estados Unidos, no importa la vía por la cual lleguen o entren.

“Debemos clarificar que se habla de intento de entrar de manera irregular a los EE.UU., pero también dice que aquellos que entren de forma regular, con un documento migratorio legal. Una vez que a esa persona se le venza el tiempo de su estancia, ya sería conceptualizado como que está tratando de permanecer en el territorio estadounidense ilegalmente, y como parte de estos acuerdos, EE.UU. devolverán a todas esas personas y Cuba los recibirá”, especificó Gustavo Machín.

El representante de la Cancillería cubana destacó el hecho de que ayer en la tarde fue eliminada la aplicación para la política de parole disponible para los profesionales médicos cubanos en terceros países, como parte también del acuerdo suscrito ayer.

Incuestionablemente, así queda eliminado una de las políticas más irracionales creadas para socavar el desarrollo del capital humano de la Isla, específicamente en el sector de la salud.

“Ha sido una de las políticas más inhumanas, sobre todo por las afectaciones que implicaba, estaban incitando a la deserción de los cooperantes cubanos en terceros países, con los que Cuba coopera porque ellos lo necesitan, países del tercer mundo. Era todo un andamiaje de robo de cerebros, a nuestros profesionales se les incitaba y se les daban facilidades en el otorgamiento de sus visados para viajar a los EE.UU. Estaban tratando de sabotear esa cooperación médica.

“Incluso, la propia existencia de este parole para los trabajadores de la salud cubanos afectaba la posible cooperación de Cuba y los EE.UU. en terceros países. Existe espacio potencial para cooperación bilateral entre ambas naciones en muchas esferas, no obstante la existencia de esta política impedía que pudiéramos avanzar”, refirió el subdirector general de Estados Unidos en la Cancillería cubana.

Más adelante abundó: “Con la eliminación de esta política se está siendo consecuente, se está parando la aplicación de algo que era irracional y tenía derivaciones serias para la cooperación médica de Cuba con muchos países, con los miles de cooperantes que tenemos alrededor del mundo. Tiene tanta significación como la eliminación de la política de “pies secos-pies mojados”, por eso nosotros decimos con la eliminación de estas dos políticas se está dando un paso importante en el avance de las relaciones migratorias y estamos poniendo fin a políticas del pasado que no tenían sentido alguno, especialmente, en el contexto de nuestras relaciones bilaterales y en el contexto del mundo actual. Se está siendo justicia.

“Es una política que cuando se implementó por la administración Bush estuvo dirigida a eso mismo, a sabotear la cooperación médica cubana en muchos países del mundo y especialmente en la región. Era una promoción de la deserción”, enfatizó Gustavo.

Esta normativa era un estímulo a la emigración irregular, desorganizada e insegura, que ponía en riesgo la vida y la seguridad de los ciudadanos cubanos, una de las razones por las que Cuba siempre exigió que se levantara.

Cooperación seria, profesional y transparente

Gustavo Machín Gómez resaltó el hecho de que tanto Cuba como los Estados Unidos a través de este acuerdo hayan expresado su voluntad de profundizar y consolidar la cooperación en el enfrentamiento a la emigración ilegal y a los delitos asociados.

“La cooperación para evitar la emigración ilegal no es algo nuevo. Hay más de 20 años de experiencia de colaboración entre las tropas de Guardafronteras de Cuba y el servicio de guardacostas de Estados Unidos. Cooperación profesional y muy técnica, que les ha permitido mantener una comunicación fluida para el enfrentamiento a estos delitos.

“Hay que cooperar no solo por la emigración per se, sino porque a la emigración irregular se le asocian una serie de delitos, como el narcotráfico, el terrorismo, la trata y el tráfico de personas. Si se quiere trabajar seriamente y lograr una emigración ordenada, legal y segura, tenemos que cooperar en evitar la ocurrencia de fenómenos asociados.

“En estos dos últimos años hemos incrementado la cooperación en un gran campo que se llama la “Aplicación y cumplimiento de la ley” entre ambas partes, que están dirigidas a eso, para evitar los efectos y consecuencias que pueda provocar la emigración irregular”, manifestó el funcionario.

Cumplir lo acordado

El funcionario dijo que los acuerdos migratorios anteriores (1984, 1994 y 1995) mantienen su vigencia, salvo aquellos aspectos que son modificados por este nuevo. “Se mantiene la devolución de aquellas personas que entren a la Base Naval de Guantánamo y de los que sean interceptados en el mar”, acotó Gustavo Machín.

Como parte del acuerdo migratorio del año 1984, Cuba y los EE.UU decidieron que Cuba recibiría un número de 2 mil 746 ciudadanos cubanos que emigraron a través del puerto del Mariel en el año 1980 y que habían sido declarados no elegibles –excluibles en aquel momento– para permanecer en el territorio estadounidense.

Gustavo Machín aclaró: “En aquel entonces ambos países discutieron, presentaron la lista y esos 2 mil 746 ciudadanos han sido devueltos a Cuba paulatinamente, a partir del año 1984.

“Sin embargo, hay un grupo dentro de estos 2 mil 746 que no van a poder ser devueltos a Cuba, porque son personas que han muerto o que no están en el territorio de los EE.UU., y como parte de este nuevo acuerdo, Cuba aceptó que nos propusieran la sustitución de algunos de esos nombres, ya acordados para ser devueltos al territorio nacional pero que en la práctica no lo pueden hacer, por otros ciudadanos cubanos, siempre que cumplan las mismas condiciones por las cuales fueron elegidos aquellos 2 mil 746: tienen que haber emigrado por el Mariel y haber sido declarados ilegibles por el gobierno de los Estados Unidos, en aquella época.

“Vamos a cambiar algunos nombres, de los 2 mil 746 la mayoría ya han sido devueltos a Cuba, se trata de un grupo reducido de ciudadanos cubanos, que como parte de la negociación de este acuerdo y la buena fe nuestra, el Gobierno cubano aceptó sustituir algunos de aquellos nombres”, esclareció el directivo.

Lo antes expuesto no es sinónimo de que Cuba vaya a recibir a todos los ciudadanos emigrados cuando la crisis del Mariel y que han sido declarados como no elegibles por las autoridades estadounidenses.

“La parte estadounidense debe presentar la propuesta y nosotros tenemos la potestad de aceptar o no el cambio, porque tenemos que verificar que cumplan los requisitos que fueron acordados para esta Declaración Conjunta entre Cuba y los EE.UU”, insistió Machín.

La Declaración Conjunta expone la decisión del gobierno cubano de evaluar y decidir el retorno o no a la Isla de algunos casos de ciudadanos cubanos que, antes de la entrada en vigor de estos acuerdos migratorios el 12 de enero, hayan sido declarados por las autoridades estadounidenses como no elegibles para permanecer en su territorio.

A propósito de las reacciones de los sectores más reaccionarios que han declarado que los cubanos encontrados en el mar o hallados ilegalmente en Estados Unidos sufrirían persecución o represión al ser devuelto a Cuba, Machín expresó que todo el ciudadano que es devuelto a la nación se integrará normalmente a su familia y a su lugar de origen.

“Esto ocurre sin que se tomen ningún tipo de represalias o medidas, sin que su integridad física pueda estar en juego. Esa ha sido la posición de nuestro país que se ha mantenido todo el tiempo, desde el propio año 1994 cuando se suscribe ese acuerdo migratorio y comienzan las devoluciones”, aclaró.

Más adelante alertó que esto se aplica a todos los ciudadanos que sean regresados, salvo aquellos que cometieron delitos de asesinato o violencia en sus intentos o salida efectiva de forma irregular del país.

“Aquel que cometió delitos para poder emigrar ilegalmente desde Cuba y son devueltos si deben contestar ante la justicia. Pero la generalidad es que ninguno de los ciudadanos que son regresados son objetos de ningún tipo de represalia”, insistió.

Gustavo Machín al comentar sobre el otorgamiento de un mínimo de  20 mil visas anuales  para asegurar una migración ordenada, explicó que este es un acuerdo que data de 1994-1995 y que se viene cumpliendo en los últimos años, lo que asegura una forma regular y legal para migrar de Cuba hacia tierras estadounidenses.

“Como parte de ese compromiso el gobierno norteamericano ratificó la emisión de no menos de 20 mil visas para emigrantes. Estas visas de emigrantes no tienen nada que ver con las visas de turismo, visita familiar o de permisos de trabajo. Son visas específicamente para promover la emigración hacia los Estados Unidos”, detalló.

Se informó que entre enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2016 viajaron 671 mil ciudadanos cubanos al exterior por motivos personales y han realizado un millón 545 mil viajes.

Cuba estrecha y fortalece sus lazos con su emigración

A cuatro años de cumplirse la puesta en vigor de la nueva política migratoria cubana que ha posibilitado un mayor flujo migratorio, Ernesto Soberón, Director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del Minrex valoró su impacto.

Según Soberón el objetivo de esta medida fue y sigue siendo estrechar los lazos de los cubanos residentes en el exterior y Cuba. Además recordó que el fortalecimiento de la mayor de las Antillas con su emigración no comenzó en ese año, sino que tiene mayor data y su principal promotor fue Fidel.

“Ejemplo de esto fue el diálogo de 78, las Conferencias de emigración del 94, 95 y 2004. Este proceso ha avanzado a lo largo de los años y hoy podemos asegurar que no existe contradicciones de fondo entre Cuba y su emigración”, recalcó.

El Director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior comentó que a partir de 2013 es normal que los cubanos viajen al exterior de manera temporal y regresen dentro de los 24 meses establecidos por la legislación nacional.

Se informó que entre enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2016 viajaron 671 mil ciudadanos cubanos al exterior por motivos personales y han realizado un millón 545 mil viajes.

“El 78 % de estas personas viajó por primera vez al exterior a partir de la aplicación de esta nueva política migratoria. Solo el 9.6 % de estos viajeros se declararon emigrantes y el resto regresó a Cuba dentro de los 24 meses o residen de manera temporal en el exterior”, detalló.

Al comentar sobre el comportamiento hacia Estados Unidos explicó que ha sido menor pues solo el 5.7 % de los que viajaron hacia ese país por motivos personales se declaró emigrado.

“Esta cifra no incluye a los 20 mil visados otorgados con normalidad para migrar. Se aprecia también desde 2013 de un incremento de los cubanos que viajan a nuestra nación para visitar a sus familiares”

Ernesto Soberón, Director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del Minrex indicó que en el 2016 la cifra superó los 418 mil cubanos que viajaron desde el exterior, la mayoría de ellos desde Estados Unidos.

“Esto echa por tierra cualquier teoría de cualquier  temor de los cubanos residentes en el exterior a viajar de regreso a su país. También se ha incrementado la cifra de cubanos emigrados  que solicitan ser reasentados en el territorio nacional en estos últimos cuatro años.”

Manifestó además que existen 153 Asociaciones de Cubanos Residentes en el Exterior en 76 países que mantienen un vínculo fluido con las embajadas y los consulados y que apoyan a Cuba en sus principales reclamos en la arena internacional.

Con el objetivo de promover una migración ordenada, legal y segura Cuba ha formado un grupo de acuerdos con contrapartes internacionales incluidos los Estados Unidos que han permitido la forma de varios memorandos de entendimiento en materia migratoria y la firma este 12 de enero del acuerdo con los Estados Unidos, agregó Soberón.

“Existen acuerdos firmados con México, República Dominicana, Bahamas, Islas Caimán y se negocia con Panamá, Ecuador, entre otros países donde hay una incidencia del tránsito de migrantes irregulares cubanos”, pormenorizó.

“Ha permitido aumentar el número de devoluciones de migrantes irregulares cubanos en estas rutas. También esta cooperación asegura el derecho de los ciudadanos cubanos a la vida porque los peligros inherentes a este tipo de migración son muchos. Conocemos de miles de cubanos que han perdido la vida en estos trayectos, tanto en el mar como en la selva”.

El directivo agregó que hay un consenso a nivel regional de que el tema migratorio tiene que ser abordado desde una perspectiva amplia donde no se puede singularizar el caso de los migrantes cubanos que solo constituyen el 2% de los que usan el corredor centroamericanos para desplazarse.

“A pesar de estas cifras, en los cubanos es donde se concentra la atención de los medios de prensa pues se politiza”.

Hasta que no se derogue la Ley de Ajuste cubano no habrá relaciones migratorias normales

En los minutos finales del espacio radio-televisivo Gustavo Machín Gómez, Subdirector General de la Dirección General de Estados Unidos del Minrex, ratificó que Cuba siempre demandó la eliminación del manejo político del tema migratorio.

“Había tres temas pendientes en esa política, de los cuales la política de pies secos, pies mojados y el Parol para los trabajadores médicos cubanos han sido eliminadas”.

Machín aseguró que este nuevo acuerdo  cambia la naturaleza de las relaciones migratorias, contribuye a la normalización de la relación de esta índole  y reporta muchos beneficios tanto para Cuba como para los Estados Unidos.

“Es la voluntad de Cuba de que estos convenios se cumplan  y vamos a cumplirlos. Esperamos que la contraparte americana también lo haga”.

Sin embargo enfatizó que la Ley de Ajuste Cubano no ha sido eliminada y hasta que la misma no des derogada no se podrá hablar de que existe relaciones migratorias normales entre Cuba y los Estados Unidos y por tanto se le hace el llamado al Congreso norteamericano a que la levante.

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