La casita de Martí (+ Video)

La casa la habían alquilado de conjunto Mariano y su primo que era esposo de Rita la hermana de Doña Leonor, quienes habitan la casa antes que Leonor y Mariano.

Por: Manuel Alejandro Hernández Barrios

Hasta el Museo Casa Natal José Martí fue un equipo del espacio televisivo Mesa Redonda a conocer de qué estaba hecha la fibra del apóstol, las intimidades de su familia, y el devenir de su descendencia. En estos días martianos en que se acerca el 165 aniversario del natalicio del Héroe Nacional de Cuba, la emisión de este viernes 26 de enero estuvo dedicada a recordar que La patria es la casita de José Martí.

Ramón Guerra Díaz, especialista principal del Museo Casa Natal José Martí, estudia la vida de José Martí desde 1984, está en la Casita desde 1999. Antes estuvo en El Abra, después en el museo Máximo Gómez en la Quinta de los Molinos. Se considera fundador del movimiento juvenil martiano.

Explicó que Doña Leonor en 1899 recorrió la casa que no le pertenecía en ese entonces y dijo dónde estaba la cama en el momento que ella da a luz a José Martí, lugar donde una tarja desde ese entonces recuerda aquel suceso del viernes 28 de enero de 1853, el mismo año en que falleció Félix Varela. Aquella fue una madrugada fría y solo la acompañaba una comadrona. Era un momento próspero para aquella humilde familia porque el padre en ese momento era sargento de artillería con un buen sueldo, por eso podían vivir en ese barrio que no era de pobres, sino de personas con oficio.

La casa la habían alquilado de conjunto Mariano y su primo que era esposo de Rita la hermana de Doña Leonor, quienes habitan la casa antes que Leonor y Mariano. Vienen a habitar la planta superior en febrero de 1852. En ese lugar están las fotos más antiguas que se tienen de Doña Leonor y de Don Mariano. Ellos se casan en la iglesia de Monserrate en Galiano.

Las hermanas de José Martí mueren de adultas, pero antes que la madre, excepto Rita Amelia que es quien le cierra los ojos a Doña Leonor. Ana muere en 1875 en México. En 1900 mueren las otras dos. José Martí tuvo un solo hijo José Francisco Martí Zayas-Bazán, que se casa, pero no tiene descendencia.

El especialista Ramón Guerra considera que María Mantilla es hija de José Martí porque existen muchas pruebas documentales y testimoniales que apoyan la idea, a parte del parecido físico que ambos tienen. Lo que detiene que otros investigadores acepten esa idea es una cuestión ética, pero el hombre es hombre y no se puede encerrar dentro del molde que los seres humanos consideramos ideales.

Para el investigador la grandes de José Martí está en su capacidad para creceré por encima de las pequeñeces y de los errores. Carmen Millares fue tan amada como lo fue Carmen Zayas-Bazán por el mismo hombre.

José Francisco Martí Zayas-Bazán fue un hombre a la altura de lo que quería su padre, fue justo. Averiguó con Gonzalo de Quesada quien fue su padre el político. Terminó como capitán del Ejército Libertador, grados ganados en combate y no por ser hijo de José Martí. En el combate de Las Tunas, a las órdenes de Calixto García, queda sordo de un oído. Después la República lo utiliza como símbolo. Se unió a esa República, pero no fue politiquero.

José Martí estudió en el colegio San Anacleto con el cura Sixto Casado, un maestro adelantado que daba física, química, matemática, inglés y francés. De ahí pasa a manos de Rafael María de Mendive, el mentor ideológico de Martí, donde aparece Cuba. Leonor fue la impulsora de los estudios y Mariano fue el ideal de padre, que actuaba con rectitud y de forma muy correcta. Rafael María Mendive le pide permiso a Mariano para presentarlo con antelación y a oposición al instituto de Segunda Enseñanza. Pasa con sobresaliente y salta del séptimo al décimo grado.

En el Diablo Cojuelo Martí expone la dicotomía de ¿O Yara o Madrid? Se mostraba obsesionado con las cosas que él pensaba que debían hacerse en Cuba. En La Patria Libre, el escrito fundamental es Abdala de 1869.

Los grilletes del presidio estaban constituidos por tres eslabones largos, el cierre de hierro en el tobillo y un cinturón de cuero. Lo llevaba desde que era juzgado y condenado hasta que se cumpliera con la sanción o la condena. Cuando Sardá se los quita, Martí conserva el cierre para no olvidar todo lo que él había sufrido por Cuba. Él le pide al joyero habanero Desendegui que le haga un anillo con el hierro del grillete que tuviera inscrito la palabra Cuba. La cantera donde Martí trabajó fue en La Criolla, donde hoy está la Fragua Martiana. En el parque de los mártires, donde mismo asesinaron a los estudiantes de medicina, era donde dormía Martí mientras estuvo en presidio.

El rescate de la Casita de Martí se les debe a los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, quienes la marcaron para que no se perdiera en la modernización de la ciudad. La casa era de las monjas de Santa Catalina de Siena quienes la tenían alquilada. Un grupo de señoras y caballeros que se autonombraban “Por Martí” compraron la casa en 1900 y se le dio a Doña Leonor. El gobierno de Estrada Palma ni siquiera atendió a Doña Leonor, ella recibió una botella a través de la cual cobraba como cartera la asistencia social, una especie de pensión que le inventan para ella.

La constante vorágine de la casita

El rescate de la Casita de Martí se les debe a los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, quienes la marcaron para que no se perdiera en la modernización de la ciudad.

Según la licenciada Dioelis Delgado Machado, directora del Museo Casa Natal José Martí, el mes de enero siempre es agitado y asombroso porque las visitas se convierten en vorágines. Así mismo pasa los fines de semana y los meses de verano, como si la casita tuviera una mística.

Informó que el promedio de visitas es de unas 80 mil personas en el año. Se fundó en 1925, lo que lo convierte en el primer museo dedicado a Martí en Cuba y es el que guarda la mayor colección de piezas originales en Cuba y para el mundo de José Martí.

El lugar donde se encuentra era un barrio de humildes trabajadores. En la Calle Paula solo había cuatro casas y todas las arrendaban la compañía de los dominicos, era como un principio de negocio inmobiliario. La casa de Martí era la número 41. Ahí vive el matrimonio hasta 1856, un total de tres años y medio. Después se mudan para la calle Mercedes. En el patio de esa casa Martí compartió sus primeros pasos y juegos. Los servicios de baño y cocina estaban en la planta baja de la casa donde vivían la hermana Rita con su esposo.

Durante la madrugada del 165 aniversario habrá una vigilia en la casita de Martí después de las doce de la noche. Es un homenaje que se viene realizando desde hace algún tiempo. Se presentan trovadores. Es Fidelito Díaz Castro quien organiza esto desde hace más de 20 años. Ahí estará la Sociedad Cultural José Martí y muchos jóvenes que llegaran después de la marcha de las antorchas.

El amor madre a la Patria es…

Por estos días se celebra, con más de cien participantes, el primer encuentro internacional de Jóvenes Martianos en el Centro de Estudios Martianos, su vicedirectora de investigaciones, la doctora María Caridad Pacheco González, ha estudiado los valores que acunan a José Martí y los caracteres familiares que le fueron inducidos a su personalidad.

Para la investigadora uno de los principales factores que influenciaron en Martí fue la familia. Doña Leonor de Santa Cruz de Tenerife en Islas Canarias, Don Mariano de Valencia. Mariano era militar, después fue celador de varios barrios en La Habana. Esto dio lugar a determinados conflictos entre el padre y el hijo. Mariano fue un hombre humilde, de poca instrucción, de carácter severo, 15 años mayor que Leonor.

Cuando Don Mariano va a la Hanábana, deja encargada a Doña Leonor en el papel de ayudante para que administrara una serie de gestiones comerciales que él había dejado pendientes, algo que no era común en la época. Ella era inteligente, aprendió a leer y escribir de forma autodidacta porque en Canarias las niñas no podían ir a los colegios, hábil en cuestiones administrativas y matemáticas y disponía de la confianza de su esposo.

Martí evocó a su madre en los versos sencillos cuando explica que Doña Leonor fue a verlo, debajo de las balas, a la casa de Mendive para rescatarlo de la muerte. En el presidio le dice a su madre en versos que no llore:

Mírame madre y por tu amor no llores,

esclavo de mi edad y mis doctrinas,

tu mártir corazón llene de espinas,

piensa que nacen entre espinas flores.

El lugar donde se encuentra era un barrio de humildes trabajadores. En la Calle Paula solo había cuatro casas y todas las arrendaban la compañía de los dominicos, era como un principio de negocio inmobiliario.

Otro momento hermoso es cuando le escribe a la madre un 25 de marzo, antes de partir, le dice a la madre que él quisiera, una vez terminada la guerra, reunirse con ella, rodearla de mimos y de cariño y con una gran frase final: “piense que no son inútiles la verdad y la ternura”.

El padre pretendía que Martí ejerciera un oficio más práctico, más rentable, que pudiera garantizarle una vida más tranquila. Sin embargo, salió patriota, insurrecto, poeta, revolucionario.

Martí tuvo varios maestros. El licenciado en filosofía Sixto Casado era un joven maestro de 26-27 años de edad cuando Martí llega a su colegio, del cual era su director y en donde impartía clases a los grados superiores. Esa fue una etapa importante en la que aprende caligrafía, redacción, y a demostrar sus sentimientos. En ese colegio conoció a Fermín Valdés Domínguez a quien llamó hermano del alma en varias ocasiones.

Seguidamente Rafael María de Mendive se compromete a sufragar sus estudios de bachillerato porque vio en él talento, le prestaba los libros de los grandes escritores de la época, Victor Hugo, Lord Byron. En ese colegio aprendió los senderos y caminos de la guerra de 1868, por eso cuando llega a presidio ya era un combatiente formal y de la guerra que inició Céspedes.

En Video, la Mesa Redonda

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