Cero evidencia del supuesto ataque sónicos a diplomáticos norteamericanos

Los supuestos ataques sónicos que habrían afectado a diplomáticos estadounidenses en La Habana, además de carecer de evidencia alguna, son utilizados por elementos de extrema derecha de EE. UU. y de la mafia cubano-americana en ese país para forzar la idea de que Cuba es una amenaza.

Así lo expresó el titular de la Dirección de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, en rueda de prensa junto a investigadores del Ministerio del Interior y científicos cubanos que explicaron todo el proceso de investigación realizado, desde que, en febrero de 2017, Estados Unidos anunció la existencia de los incidentes contra su legación en La Habana, a lo que se sumó después Canadá.

Fernández de Cossío aseveró que el tema es objeto de «una alta manipulación política por parte de Estados Unidos.

«Este es un tema de seguridad nacional para Cuba, sobre todo cuando se conocen las intenciones políticas declaradas por algunos individuos, de conducir nuestras relaciones por un patrón de confrontación», dijo el diplomático.

Cuba asume con extrema seriedad este asunto e identifica las calumnias deliberadas como peligrosas e irresponsables. Nuestro país ha actuado con absoluta transparencia, dándole alta prioridad a la colaboración con las autoridades estadounidenses y canadienses.

UNA PROFUNDA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

José Alazo Rangel y Roberto Hernández Caballero, oficiales de Criminalística del Ministerio del Interior y de la Dirección de Investigación General y Operaciones, respectivamente, expusieron los resultados de la investigación policial sobre los supuestos ataques sónicos.

«No se ha identificado un posible autor, ni personas con motivaciones o intención o con los medios para poder ejecutar ese tipo de ataque». Ambos oficiales explicaron que los resultados del análisis de las grabaciones presentadas por Estados Unidos demostraron que es imposible que provoquen afectaciones a la salud de las personas.

El doctor Mitchell Valdés, director del Centro de Neurociencias de Cuba, declaró que «no hay evidencia de que hubo daños a las redes cerebrales de los supuestos diplomáticos atacados, no es posible sostener la idea de que supuestamente en Cuba ha ocurrido en un número de personas la misma enfermedad causada por un agente externo».

Valdés abogó por una colaboración abierta entre todas las partes para poder esclarecer esos hechos.

(Con información de Granma)

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